Opinión Granada CF
El punto de partidaEl hilo ·
El club ha regresado a 2018, cuando tampoco se logró el objetivo mínimo de disputar la promoción de ascensoAdrián Argente
Granada
Viernes, 6 de junio 2025, 20:00
La salida de la propiedad del Granada no parece cercana y todo apunta a que no habrá cambios en la estructura gestora. En este escenario, ... conviene trazar un plan viable que no dependa —exclusivamente— del azar. Como suele suceder, las respuestas a los desafíos futuros no se encuentran en la improvisación, sino en el análisis honesto de lo que una vez funcionó. El club ha regresado al punto de partida de 2018, cuando tampoco se logró el objetivo mínimo de disputar la promoción de ascenso. Entonces apareció Diego Martínez, transformó la narrativa institucional y conectó con un entorno que hoy vuelve a agitarse. Ante el estancamiento, hay una pregunta inevitable: ¿qué fue lo que llevó al éxito cuando las condiciones eran similares? Solo con una respuesta clara y honesta se puede recomponer el camino.
En aquel momento se asumió la necesidad de adaptar la plantilla a una nueva realidad económica, se eligió al técnico adecuado y se aplicó un criterio razonable en la confección del equipo: jugadores nacionales, muchos de ellos andaluces y con más recorrido que recuerdos. Ahora, con la firma de Pacheta, un entrenador con crédito para liderar un proyecto desde cero, el club tiene ante sí una oportunidad similar, pero necesita recuperar fluidez en su comunicación externa. No es lógico que quienes representan a la entidad se escondan cuando más necesario resulta construir un relato. En un fútbol cada vez más mercantilizado, los clubes se deben a sus aficionados como las empresas a sus clientes. El que calla, además, deja espacio a otros para llenar el silencio. Y ese espacio, casi siempre, se convierte en ruido.
Por ese motivo, el Granada no puede aplazar más la presentación de las primeras líneas maestras de su futuro inmediato. Como sistema alimentado por emociones, necesita convertir cuanto antes la frustración en expectativa. Si las partes del conflicto parecen condenadas a entenderse, lo razonable no es quemar puentes, sino construirlos con inteligencia, humildad y sentido común. La llegada de Pacheta no resuelve el fondo del problema, pero permite comenzar a resolverlo. El pasado vuelve a ser el mejor camino para llevar al Granada de regreso al futuro.
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