Opinión Granada CF
El Granada invisibleEl hilo ·
Los rojiblancos acumulan tres triunfos consecutivos, pero aún parecen muy lejos de ser aquello a lo que debe aspirar un equipo recién descendido de Primera divisiónAdrián Argente
Jueves, 24 de abril 2025, 18:55
La novela 'El hombre invisible', de H.G. Wells, publicada en 1897 y adaptada en varias ocasiones al cine, es una obra profundamente simbólica que ... trasciende su trama de ciencia ficción. Aunque trata en apariencia de un científico que logra la invisibilidad, su mensaje oculto aborda la violencia que genera la exclusión social derivada de esa cualidad y el peligro que conlleva ejercer un poder sin la responsabilidad adecuada. En la historia, el terror no nace de lo que se ve, sino de lo que no se percibe con claridad. Como en 'El Ente', otra película que explora el miedo desde lo que se sugiere, la amenaza está en el vacío. No se teme al monstruo porque sea brutal, sino porque no se sabe si realmente está ahí, esperando el momento preciso para atacar. Esa inseguridad genera desconfianza.
Lo mismo ocurre con este Granada. Gana, pero no transmite. Suma, pero no arrastra. Avanza en la clasificación como una silueta borrosa que se desliza hacia adelante sin dejar huellas emocionales. Hay algo en su juego insípido, deslavazado y disperso que no logra inspirar fe ni siquiera en las victorias. Los rojiblancos acumulan tres triunfos consecutivos, pero aún parecen muy lejos de ser aquello a lo que debe aspirar un equipo recién descendido de Primera división. Queda la esperanza de que los puntos permitan impulsar el crecimiento real del bloque, pero no parecen más que una bocanada de oxígeno antes de regresar a las profundidades.
El Elche de Eder Sarabia, flamante líder de la categoría, visita el Nuevo Los Cármenes, pero lo verdaderamente inquietante es que no se sabe qué Granada se podrá ver en el campo: el que se atreve a presumir de galones o el que se esconde tras la mediocridad. Tal vez sea ante el mejor equipo de la competición, en la coyuntura más compleja de las últimas semanas, cuando el cuadro nazarí logre revertir su proceso de invisibilidad y tome verdadera responsabilidad de su poder. Aún no genera miedo en los rivales, ni admiración entre sus aficionados. Solo sospecha. Como el hombre invisible, que siempre estuvo ahí, pero nunca se dejó ver del todo.
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