Opinión Granada CF
La Armada de CartagenaEl hilo ·
El granadinismo viajará con el corazón y con las vísceras, porque la cabeza es más prudenteAdrián Argente
Viernes, 18 de abril 2025, 01:06
En 'Dunkerque', Christopher Nolan retrató la derrota de un ejército en retirada que no encontró salvación en sus generales sino en el pueblo. A finales ... de mayo de 1940, cuando las tropas aliadas estaban atrapadas entre el mar y los nazis, el gobierno británico solicitó a los ciudadanos que permitieran el uso de todo tipo de embarcaciones para rescatar a los suyos del cerco alemán. No importaba si eran yates, veleros, lanchas, pesqueros o ferris. Bastaba con que pudieran cruzar el Canal de la Mancha. En el milagro de Dunkerque, mil barcos y cientos de civiles acudieron, por voluntad propia, al rescate de 340.000 soldados aliados. Una flota surgida del corazón de unos ciudadanos que no se habían rendido.
Este domingo, el Granada juega en Cartagena y se está gestando una movilización masiva desde hace días. Decenas de autobuses y vehículos particulares escoltarán a un equipo cercado por la urgencia. Los aficionados granadinistas recorrerán los 600 kilómetros de ida y vuelta con el mismo sentido del deber que la improvisada flota de Dunkerque. No importa si creen de verdad en el ascenso o si comparten o no la forma de gestionar el club. Lo harán porque creen que es lo correcto y porque en el fútbol, cuando el cielo se nubla y aguarda la tormenta, les queda el instinto de proteger lo que es suyo.
El granadinismo viajará con el corazón y con las vísceras, porque la cabeza es más prudente. El equipo aún no ofrece señales de verdadera fortaleza y en Albacete fue zarandeado antes de que Pepe Sánchez inclinara el camino nazarí. En Cartagena no se juega el ascenso, pero allí se decidirá si esta escuadra merece confianza. Tal vez no, pero es momento para la esperanza, para el deseo de creer que algo puede cambiar en aquella costa. Y en ese escenario, como en la playa de Dunkerque, los jugadores otearán el horizonte y verán una flota de aficionados rojiblancos, surgida de las entrañas de quienes no se han rendido. La Armada de Cartagena zarpará desde uno de los activos de este maldito deporte que ningún propietario podrá comprar jamás: el sentimiento de pertenencia.
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