Muchas nueces y poco ruido

«Luis, presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad». La frase podría haberla pronunciado Tebas al término del cónclave, pero quizás era pedir demasiado que tras ese primer encuentro, hiciese suyo el famoso epílogo de la película Casablanca.

De la citada reunión ha salido al menos un poco de fumata blanca. No un 'Habemus pacem', pero sí al menos un intento de emular el comportamiento de Diego Costa y Sergio Ramos, que dejan todo en el campo cuando termina el partido. Y es que entre la animadversión y el afecto existe una línea muy fina que en cualquier momento puede superarse.

Conclusión, mejor algo que nada en pro de ir digiriendo el protocolo recomendado por LaLiga para la vuelta a la actividad de los equipos de Primera y Segunda. Un protocolo cargado de buenas intenciones, pero cuyo cumplimiento entraña muchísima dificultad en circunstancias tan excepcionales.

El Granada es hoy un club aplicado y previsor y ha comenzado a cumplirlo. Está adaptando su ciudad deportiva a las nuevas recomendaciones para asegurar la salud de plantilla y trabajadores. Ha previsto la devolución de parte de los abonos si se retoma la competición a puerta cerrada. Colabora con Cruz Roja Responde para luchar contra el coronavirus. Continúa con la planificación deportiva.

Solo surge la duda de si habrá capital suficiente para evitar sobresaltos. Por lo demás cualquier tiempo pasado fue peor. El de hoy es un Granada vuelto del revés. Muchas nueces y poco ruido.