Un Granada sin ambición en Riazor

Una derrota no va a suponer el descenso matemático, pero sí dejaría al conjunto de Lucas Alcaraz muy tocado ya en el aspecto anímico. Supondría perder ya a un rival de vista como el Deportivo en la enconada lucha por la supervivencia en la máxima categoría. El equipo entrenado ahora por Pepe Mel se situaría, en caso de vencer, con once puntos de ventaja y después ya solo restarían por jugarse ocho partidos más, lo que parece una distancia casi definitiva y muy complicada de reducir para un conjunto de los de la zona baja, a los que les cuesta mucho más puntuar en cada jornada.

Por todos esos condicionantes y lo que se lleva arrastrado desde hace mucho tiempo, el encuentro de esta noche representa una de las últimas posibilidades para engancharse a las cada vez menos opciones que van quedando para evitar la caída definitiva al precipicio. Ni siquiera un empate serviría con el déficit de puntos que se arrastra. Sería quedarse más o menos igual, y además con una jornada menos por disputarse.

Para añadir si cabe más dificultades en el tortuoso camino, el técnico rojiblanco pierde a uno de sus baluartes en ataque desde que se incorporó en el pasado mercado de invierno. Adrián Ramos acusaba molestias tras reaparecer el pasado domingo ante el Barcelona y eso le impide estar en condiciones para intervenir en esta trascendental cita. Su sustituto será de nuevo el ucraniano Artem Kravets. Sigue lesionado Mehdi Carcela y se añade a ese parte de bajas Uche por sanción.

Se caen hasta tres titulares de los que estuvieron en la jornada anterior. No han entrado en la lista dos de los tres centrales que actuaron en Los Cármenes. Alcaraz ha dejado fuera por decisión técnica a Lombán y Gastón Silva. En su lugar ha tirado de Rubén Vezo y Martin Hongla. El luso estará de inicio junto a Saunier. También suma para la causa tras un tiempo a Tabanou y Atzili, mientras que se vuelve a quedar fuera Krhin. El preparador rojiblanco debe encontrar un sustituto para Uche en el centro del campo. Su papel lo hará Wakaso y se retrasará Pereira, en un 4-2-3-1. Por la derecha estaría Isaac Cuenca, Boga de mediapunta y Héctor se adelantaría al extremo, con lo que debutaría Estupiñán.

Son seis las victorias que debe conseguir el Granada para obrar la gesta. El compromiso de hoy está incluido en esa terna y dejar escapar la oportunidad ya sería casi condenarse, porque después el margen quedaría aún más reducido de lo que ya está. Habría que conseguir ganarlo casi todo en las ocho jornadas restantes, algo que da la impresión de que se convertiría en casi una utopía, si se observa a algunos de los rivales que habrá enfrente.

Debe resultar muy complicado para el cuerpo técnico rojiblanco convencer a los jugadores para creer de manera firme en alcanzar aún el objetivo, con la distancia que han establecido los rivales directos. Pero en estas situaciones solo cabe apretar los dientes y si hay que morir, que sea matando. Dar hasta la última gota de sudor por profesionalidad y también para que la sufrida afición rojiblanca se vea al menos recompensada de alguna forma con el máximo esfuerzo por los colores, aunque al final no haya tiempo para alcanzar el objetivo.

Se recupera Luisinho

El Deportivo va a llegar a esta cita con las novedades de Celso Borges y Ola John. De la lista de Pepe Mel se cae el delantero Joselu por acumulación de amonestaciones, además de Kakuta, que se encuentra lesionado, y Pedro Mosquera, cerca ya de recibir el alta médica, pero que aún no está para jugar. Se recupera Luisinho tras cumplir sanción ante el Valencia. El técnico madrileño también ha citado a diecinueve futbolistas, aunque en realidad deberá descartar a uno de los tres porteros y todo indica que será el belga Davy Roef. Realizará algunas modificaciones en el equipo inicial.