El peor comienzo defensivo
El Granada nunca había encajado doce goles en las cinco primeras jornadas desde su retorno a Primera
Julio Piñero
Viernes, 23 de septiembre 2016, 22:14
Ya lo dijo Paco Jémez al término del partido frente al Athletic del pasado miércoles en Los Cármenes. Un problema les acecha y se debe ... resolver cuanto antes para contar con opciones de sumar más puntos. Se refería a la cantidad de goles que se encajan en cada partido. Han sido doce en total en las cinco primeras jornadas, algo que no había sucedido desde el retorno a Primera en 2011. Nunca se habían recibido tal cantidad en los arranques de temporada y es un mal que está lastrando al equipo.
En ningún encuentro el conjunto rojiblanco ha logrado mantener la portería a cero. Comparte ese factor negativo con el Málaga, Valencia y Espanyol. Junto al equipo entrenado por Quique Sánchez Flores es el más goleado de la máxima categoría, pero al menos los periquitos ya han podido ganar un partido en estas primeras cinco jornadas, lo que le permite estar con cinco puntos y fuera de la zona de descenso por el momento.
Es un hándicap que se debe solucionar cuanto antes, porque de lo contrario será complicado obtener victorias. Ya pasó algo parecido la pasada temporada con José Ramón Sandoval en el banquillo, pero incluso ahora se ha agravado, al ser mayor aún el número de goles que se reciben. Será necesario equilibrar el balance entre la defensa y el ataque para que existan mayores posibilidades de obtener los puntos en juego.
Lo peor fueron los cinco goles que se recibieron en Las Palmas durante la segunda jornada, pero ya van tres encuentros consecutivos en los que la portería se ha visto perforada en dos ocasiones en cada encuentro, lo que obliga a anotar tres para poder ganar. Eso no parece estar al alcance de un equipo del perfil del Granada, por lo que será necesario reajustar más las piezas para no verse tan dañado atrás en estos próximos partidos.
Muy malo fue también el comienzo en ese sentido hace un año, pero ha ido a peor. El balance en la temporada anterior fue de once tantos encajados en esos primeros cinco encuentros y solo cuatro goles a favor. En tres compromisos se recibieron tres goles en cada uno. Fue un problema que se arrastró desde el principio, aunque al menos llegó un triunfo en la segunda jornada ante el Getafe, que calmó los ánimos para no verse en peor situación.
Caparrós, mejor arranque
El mejor comienzo desde el retorno a la élite se dio con Joaquín Caparrós. El Granada sumó ocho puntos en esas cinco jornadas iniciales. Una de las claves fue su fortaleza defensiva. Solo recibió tres goles en ese periodo y con solo cuatro a favor fue suficiente para obtener dos victorias y dos empates. Con dos tantos menos conseguidos que este año, valió para contar a estas alturas con seis puntos más, al mantener bien protegida la portería.
En el curso 2013-14 fue positivo también en ese aspecto. El equipo rojiblanco, con Lucas Alcaraz en el banquillo, solo encajó cuatro goles en ese comienzo. Le bastó con lograr tres tantos para sumar cinco puntos. El balance defensa-ataque estuvo equilibrado y valió para situarse en mitad de la tabla en las primeras cinco jornadas. El técnico granadino trató de dar solidez atrás para que el equipo compitiera bien en cada compromiso.
Paco Jémez comparte con Juan Antonio Anquela haber llegado a las cinco primeras jornadas sin sumar ningún triunfo. Eso sucedió en la campaña 2012-13. Solo dos puntos sumados a esas alturas, que metieron también al equipo en la zona de descenso. Sin embargo, no se llegaron a recibir tantos goles en ese arranque. Fueron ocho, aunque solo dos a favor. La situación ha empeorado ahora y será algo a corregir de aquí en adelante.
Negativo fue también el comienzo en la temporada 2011-12, pero al menos se logró una victoria en cinco jornadas y esos tres puntos dieron para estar fuera de la zona roja. El Granada recibió nueve goles en cinco jornadas y solo anotó uno. Fue ante el Villarreal y resultó suficiente para obtener los tres puntos. Estaba Fabri González en el banquillo. El balance de goles a favor y contra fue negativo, pero la portería estuvo algo más resguardada que en este ejercicio. Es un mal que suele acompañar a los equipos entrenados por Paco Jémez. La pasada temporada el Rayo Vallecano encajó un total de 73 goles, lo que supone acercarse a los dos por partido. Terminó con 52 a favor, de los que más anotaron de media tabla hacia abajo, pero no le resultó suficiente para mantener la categoría. Anotó incluso más tantos que Villarreal y Sevilla.
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