El buen corazón de Success

MARTES. La vida le sonríe a Douglas Santos, aquel lateral izquierdo que llegó al Granada CF en 2013 para reemplazar a Guilherme Siqueira pero que al final no llegó siquiera a debutar con la rojiblanca por estar falto de experiencia. Y ya no solo porque en el Atlético Mineiro de Brasil haya podido explotar el año pasado ganó la Copa y en el que finaliza, quedó subcampeón de la Serie A, sino porque encima ha obtenido unas ganancias que le han permitido pensar en qué será de su vida cuando se retire. Y es que me cuentan que junto a varios socios más se ha hecho con la franquicia de un restaurante de comida rápida oriental. Se llama China in box y está situado en Caxangá Avenue, en el centro de Recife. Una ciudad ubicada al noreste de Brasil en la que vive su familia. Y a la que él representó como miembro del Náutico.

A la vista de que también fue convocado por la canarinha en cuatro oportunidades, aunque no llegó a debutar, qué duda cabe que para Douglas Santos 2015 ha sido un magnífico año. Justo al contrario, todo sea dicho, que para el defensa central Pape Diakhaté, que sigue sumido en la inactividad mientras entrena con el Nancy de Francia. Aún no rescindió en el Erciyesspor turco y eso supone que el presidente de la escuadra gala, Jacques Rousselot, dude de que pueda darle el alta en el mercado invernal.

MIÉRCOLES. No me parece que la actuación en el Gran Canaria sirva para eximir a muchos de un gallifante de enormes proporciones. La falta de tensión competitiva, los despistes, un mal arbitraje y la sensación de que este equipo tiene cogidos con alfileres los conceptos defensivos precipitan una dolorosa derrota frente a la que hay margen y hasta la misma noche de hoy, paciencia. Lo mejor, el venezolano Adalberto Peñaranda, que no sé cuántos goles va a tener que marcar para que se le considere una opción real más allá de su edad. Y para el análisis, que se haya demorado tanto el restablecimiento del esloveno Rene Krhin. Desde finales de noviembre estuvo fuera de combate pese a que las diferentes pruebas que se le practicaron revelaban que solo tenía un esguince de tobillo. Miraremos a otro lado.

JUEVES. Con el fin del año llega tiempo de hacer balance. Y de quedarse con lo mejor. Que en el caso del Granada CF no fue mucho, pero muy bien disfrutado. Me quedo con tres fechas. La primera, el 23 de mayo, que es cuando tuvo lugar en el milagro de la permanencia tras un partido que ratificó las ganas de la ciudad de seguir sintiéndose de Primera. La segunda, el 28 de septiembre, momento en el que pudimos ver a la plantilla estrenar la Ciudad Deportiva: el sueño histórico del club. Y la tercera, con un cariz más íntimo y personal, la del 18 de enero, que es cuando vimos a Joseba Aguado liderar a la escuadra rojiblanca frente al Atlético de Madrid. Y es que todos aquellos que lo vimos bregar por los campos de Regional Preferente o de Tercera División nos sentimos muy orgullosos de verle obrar como si tal cosa en el Vicente Calderón.

VIERNES 1 ENERO. Me costó horrores localizarlo, pero al fin lo conseguí. Al fin di con Prince Amoako, aquel ghanés al que le bastó con jugar nueve partidos en el Granada CF para ganarse a la afición de Los Cármenes. Fue en los inicios de la temporada 1999/00, que es cuando constituía toda una novedad ver lucir la rojiblanca a un futbolista de color. El africano, que fue cortado en el mercado invernal porque Chaparro era una racista (me indicó hace días el agente FIFA que tramitó su fichaje), se encuentra ahora en la ciudad norteamericana de Dallas. Allí es donde entrena a chicos de quince años valiéndose de los títulos que se pudo sacar en su país de procedencia. Amoako, que hoy tiene 42 años, se sorprendió de mi interés, quizás consciente de que donde ofreció lo mejor de su fútbol no fue en España, sino en Perú junto a Lalo Maradona en el Sporting de Cristal o en Rusia, con el FC Saturn. Pero recibió con mucho cariño y agrado ciertos documentos que le envié que acreditan que él también fue futbolista del club nazarí.

DOMINGO. El Granada CF obtiene un inesperado triunfo frente al Sevilla FC que no cambio por el que podía haber conseguido en Las Palmas ya que así la afición pudo llevarse el sorpresón y se marchó feliz a casa. Es de justicia reconocerle al técnico José Ramón Sandoval que funcionara el golpe de efecto de cambiar al sistema del 3-5-2. Y es de destacar también el compromiso y la solidaridad mostrada por los jugadores que saltaron al campo y por tanto se llevaron los honores.

Pero yo siento que son también partícipes de esta victoria muchos futbolistas que no actuaron pero que ponen a diario su granito de arena para que las cosas empiecen a funcionar. Para hacer crecer la competencia en el colectivo.

Así, aplaudo a Ivan Kelava, ejemplo de buen talante que sabe asumir que su suplencia es consecuencia del gran momento en que se encuentra Andrés y que sin embargo celebró la victoria como si hubiese sido él quien metiera los goles. Además, también aplaudo a futbolistas como Neuton Piccoli, al que le dio resultado contratar a un entrenador personal para prevenir lesiones, o Musavu-King, que al igual que el anterior se vino mostrando inasequible ante el desaliento y ya fue capaz de plantar a Gabón con tal de afinar su puesta a punto. Pero es que aparte, no me quiero olvidar de otros dos futbolistas más. El primero, Francisco Medina Piti, que en la intimidad del día a día se está preocupando en motivar a su compañero y competidor Nico López para que recupere su mejor versión. Y el segundo, Miguel Lopes, que con tal de estar al servicio del equipo supe que estuvo dispuesto a infiltrarse en las previas del partido frente al Málaga CF.

Los suyos son gestos que no siempre trascienden y a veces están bien que se sepan. En una nueva oportunidad repasaré los que protagonizan otros compañeros.