Los pros y los contras de Lucas en el Levante
El granadino, nuevo entrenador granota, tiene ante sí el reto de la salvación de un equipo que necesita recuperar su esencia defensiva, sin la seguridad que tenía con Keylor Navas
Rafael Lamelas
Martes, 21 de octubre 2014, 22:28
El granadino Lucas Alcaraz abre un nuevo ciclo en Primera división, enrolado esta vez en una rival directo rojiblanco en la lucha por la permanencia. ... De hecho, el Levante UD, su nuevo club, consiguió su único triunfo en la Liga en Los Cármenes, con un 0-1, obra de Rubén García. Su contratación subraya un cambio de cromos con respecto a la campaña pasada, cuando era Joaquín Caparrós quien dirigía a los valencianos y Alcaraz a su Granada.
El técnico aterriza en un conjunto que se encuentra penúltimo clasificado, aunque con los mismos guarismos que otras escuadras que están fuera de la zona de descenso, cinco puntos. El problema esencial de los que hasta ahora estaban comandados por Mendilibar es su endeblez defensiva. En estos ocho encuentros, el Levante ha recibido 20 dianas, cifra descomunal para una entidad acostumbrada a proyectos de una gran seguridad atrás.
Sin duda, el perfil de Alcaraz, estratega metódico y que suele ensamblar bien a sus escuadras desde la retaguardia, ha tentado a la directiva de Quico Catalán, que de alguna manera trata de volver a las esencias. Lo cierto es que en el barrio de Orriols había una fuerte controversia entre la propia plantilla y Mendilibar acerca del modelo de juego a aplicar. Ya en tiempos de Juan Ignacio Martínez las voces autorizadas del vestuario promovieron que el Levante siguiera asentando el pilar de la fortaleza para evitar que el rival les genere oportunidad de gol, para luego asestar golpes al contragolpe.
Alcaraz tendrá que aplicar una propuesta que no le es desconocida, aunque con un grupo algo diezmado por las lesiones en este comienzo de temporada. Aunque la gran pérdida con respecto al curso pasado está bajo palos. Keylor Navas emigró al Real Madrid y dejó sin su mejor guardían a la portería granota. Era uno de esos arqueros que ganan partidos. Mendilibar apostó inicialmente por el exmadridista Jesús Fernández, que pudo ser del Granada, pero finalmente acabó dando entrada a Mariño, con el que tampoco ha mejorado la línea de resultados.
El granadino coge los bártulos con mucho campeonato por delante y la garantía de que en el Ciutat de Valencia no suelen surgir esos debates estéticos sobre cómo debe actuar su bloque. Es más, parece que allí se tolera bastante bien, especialmente de puertas para dentro, la cautela.
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