Trabajo y velocidad
Al utrerano le gusta contar con extremos rápidos y un delantero 'peleón' que no perdone cuando se le presente la ocasión de marcar
Camilo Álvarez
Sábado, 31 de mayo 2014, 22:46
En el Granada hablar de fichajes ahora mismo se ha convertido en un tema secundario, ya que la prioridad es aliviar la plantilla para asegurar ... ingresos con los que acudir al mercado con fondos suficientes. También el nuevo director de orquesta, con más poder en la confección que sus antecesores, debe sentarse con los que mandan para proponer sus perfiles de cara al nuevo Granada. También tendrá que opinar sobre los que actualmente forman parte de la plantilla. Ya sabe que Coeff, que no responde a lo que exige, se marcha. Por contra, Foulquier, que ha tenido un año de adaptación en el que ha dejado algunos detalles de lo que puede dar de sí, seguirá en la ciudad de la Alhambra.
Igualmente, hay futbolistas que tienen decidido no seguir, como Buonanotte, que anda inmerso en plenas negociaciones para hacer las maletas rumbo a México. Y otros que, gusten al utrerano o no, forman parte de los posibles y cuantiosos ingresos que se esperan. Es el caso de Brahimi, un futbolista que ha dicho que le gusta, aunque no se ajuste mucho al perfil que suele utilizar el utrerano. El franco-argelino tiene buen cartel y muchos pretendientes dispuestos a ayudar a sanear las arcas.
Uno de los que no estarán será Michael Pereira, al que el ex del Levante conoce bien de su estancia en Mallorca. Allí coincidieron dos temporadas. La primera, la 11/12, Caparrós asumió el mando en la séptima jornada tras la espantada de Laudrup -que parecía el primer candidato para ocupar el banquillo rojiblanco justo antes de anunciar al entrenador definitivo-. Aquella campaña el francés estuvo a buen nivel. Jugó 30 partidos, de los que en 26 fue titular, y consiguió tres goles. Al año siguiente repitieron experiencia durante la mitad del campeonato, hasta que Manzano tomó el relevo por los malos resultados del club bermellón. Pereira jugó aquel curso 25 encuentros (17 desde el inicio).
Motivación
Habrá muchas salidas y otras tantas llegadas, pero los que se quedan en tierra ya saben que será una temporada exigente. Porque, por encima de todo, Joaquín Caparrós sabe sacar hasta la última gota de sudor de sus pupilos a base de trabajo. Su experiencia le ha hecho entender que las cosas pueden salir bien o mal, pero nunca variar por culpa de la falta de intensidad. Y ese es un mal que ha acompañado al Granada este último curso. También el funcionar como un colectivo ha sido uno de los pecados que explican el difícil final de curso al que se ha tenido que enfrentar el Granada antes de conseguir la permanencia en la última jornada.
Encasillar a Caparrós es inadecuado, pues su propuesta varía en función de las armas con las que cuente. En el Levante, sin estrellas pero con muchos currantes, tuvo un rendimiento excelente, aunque a muchos no gustara el fútbol que practicaba. Lo ha dicho él mismo, sus equipos se trabajan desde la defensa y que combina a la perfección veteranía y juventud. Le gusta un centro del campo de músculo y el contragolpe como mejor plan de ataque, y ahí son necesarios extremos rápidos y un delantero eficiente.
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