NFL en Los Cármenes
Luca Zidane y Rubén Sánchez, dos de las cuatro novedades en el Granada, ejercen de 'quarterback' y 'fullback' respectivamente para redoblar la osada apuesta del Racing para dejar machacado al líder con la estela de Rodelas
Otro Granada nació de la visita del Racing como líder destacado de Segunda división a Los Cármenes, quién sabe durante cuánto tiempo más en adelante. ... Estimulado por el aliciente del más claro aspirante al ascenso hasta la fecha, los rojiblancos exhibieron un vigor nuevo, con una agresividad y una verticalidad inéditas con las que redoblaron la osada apuesta de los santanderinos. Si hasta Reinier se lanzó al suelo y de hecho rozó la expulsión. Buena parte de esa transformación vinieron a explicarla los cambios de Fran Escribá en su alineación, cuatro respecto al naufragio de Almería, aunque solo estaba obligado a uno de ellos.
Como parecía cantado desde la medianoche del martes por la tanda de penaltis en Zaragoza, Luca Zidane recuperó la titularidad bajo palos. No hizo falta demérito alguno de Diego Mariño para que se produjera un relevo natural por la apuesta del club por el francés en verano pese al efectivo parche del gallego desde septiembre. La vuelta del portero terminó teniendo todo el sentido del mundo por la defensa adelantada del Racing, convertido en un 'quarterback' de lujo para amenazar su espalda. Un envío raso le bastó para dejar solo a Myrto Uzuni con Jokin Ezkieta ya con 2-0, estrellándose contra el larguero su preciosa vaselina con la izquierda.
Y no solo con los pies jugó Luca, ya que también sacó las manos cuando al Granada le hizo falta en los pocos instantes en los que pareció superado por el Racing. Ocurrió cada vez que los santanderinos bombardearon su área y, sobre todo, en un uno contra uno con Andrés Martín. Terminó callando a los crecidos hinchas visitantes que, desde su esquina, le mandaron al cabaret al ubicarse en la portería de aquel fondo para la segunda parte al no perdonarle su rol en el descenso a la extinta Segunda B en 2020.
Salió a morder el Granada, con un inicio fulgurante, que protagonizó otra de sus novedades. Rubén Sánchez aprovechó la sanción de Ricard para tomar posesión del carril derecho, no ya del lateral, desde una primera carrera a los segundos de comenzar el partido. Si Luca era el 'quarterback', el catalán hizo de 'fullback' al embestir contra las atrevidas líneas del Racing hasta atravesarlas como si fueran papel de fumar en busca del 'touchdown'. Incluso le dejaron jugar con la mano una vez.
La imponente capacidad física de Rubén Sánchez le permitía rebasar rivales sin esprintar ni tan siquiera, solo por zancadas. Tal era su potencia que hasta noqueó a Manu Hernando en un disparo a puerta con la jugada ya anulada por fuera de juego. Titular por segunda vez en lo que va de temporada, tras lo de Castalia, el carrilero defendió su candidatura para hacerse con el lateral de forma permanente con salidas verticalísimas hacia Giorgi Tsitaishvili –con el que montó una autopista– y también hacia Uzuni, como si directamente no supiera jugar hacia atrás. La sobriedad defensiva de Pablo Insua y Loïc Williams, con visos de la pareja titular que Matteo Tognozzi soñaba aunque nunca antes hubieran coincidido, le ayudó para no sufrir en exceso con el peligrosísimo Iñigo Vicente.
En cualquier caso, si alguien destrozó al Racing en esa NFL que el Granada montó en Los Cármenes –aunque las rarezas quedaran para ellos con sus particulares saques de centro–, más incluso que Uzuni, ese fue Sergio Rodelas. El extremo de Alhendín viene convirtiéndose en una especie de Willy Wonka que va repartiendo chocolatinas para sus compañeros en el área por banda izquierda, aunque no siempre las atrapen. Sí lo hicieron Gonzalo Villar y el propio Uzuni para sentenciar al líder. Rodelas dejó a Michelin apestando a neumático chamuscado, superándole incluso en defensa al perseguirle por el marcaje al hombre de Brau sobre Andrés Martín a su espalda. El líder se fue machacado.
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