Manos extrañas pero decisivas en el gol de Rubio y penalti a Ricard
LA POLÉMICA ·
El central entró a rematar con los brazos sobre el abdomen y acabó rematando casi con el codo, pegado al cuerpo, pero lo suficientemente recio para dirigir el balón a metaFran Rodríguez
Granada
Sábado, 8 de octubre 2022, 18:45
El partido entre la Ponferradina y el Granada tuvo dos jugadas muy difíciles de arbitrar sobre el campo y en el VAR. Dos situaciones muy ... grises en las que los criterios son dispares y de las que al menos una perjudicó gravemente al equipo de Aitor Karanka. La más decisiva ha sido la del gol anulado a Miguel Rubio en el minuto 85. Pero también es la más gris.
El central acude a rematar una falta fenomenalmente botada por Rochina en una extraña posición, cerrando los brazos en torno a su abdomen, seguramente para protegerse de la temeraria y defectuosa salida de Amir. Con los ojos cerrados y casi de forma involuntaria, Miguel Rubio contacta el balón casi con el codo y lo envía al fondo de las redes. Con la regla de este año, si el balón contacta con la mano o el brazo del atacante en una jugada de gol, aunque sea involuntaria, ha de señalarse. Más pegados al cuerpo no los podía tener, aunque también resulta imposible pensar que con la zona de la barriga hubiera rematado a la potencia suficiente para hacer el gol.
Mucho más perjudicado se ha de sentir el Granada al analizar una jugada que pasó desapercibida en el primer tiempo y acabó con la lesión de Ricard. El lateral entró en el área y se topó con Amo, que despejó el balón y la rodilla del futbolista nazarí. El pelotazo que se llevó el internacional sub 21 español no fue nada en comparación a la patada que después se llevó como continuación del movimiento del defensor, muy agresivo y al límite en cada acción del choque. Por más que tocara balón, luego golpea en una zona muy alta de la pierna a Ricard, por lo que el VAR debió entrar y Cordero Vega señalar penalti.
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