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El Granada no se rinde y quiere ir a Europa
La crónica ·
Remonta al Mallorca y llegará con opciones de ocupar incluso la sexta posición si gana al Athletic y se producen resultados favorables para sus interesesRafael Lamelas
GRANADA
Jueves, 16 de julio 2020
El Granada promete emoción hasta el final. Llegará a la última jornada con el objetivo extra de luchar por Europa aún intacto. El desafío ... sigue al alcance tras la remontada en Mallorca, que mandó a Segunda a los locales, y el encadenamiento de varios resultados favorables en otros campos. Aparecerá el domingo a un punto del séptimo (Getafe) y a dos del sexto (Real Sociedad), con el Valencia en medio, igualado pero con el diferencial particular a favor del equipo che. Una situación de desventaja que obliga al estudio minucioso de cada circunstancia posible, empates cruzados incluidos, pero que no provoca desesperanza en los rojiblancos, que soportan cada golpe, se recomponen y contestan, siempre orgullosos.
Mallorca
Reina; Pozo, Valjent, Raíllo (Sedlar, m. 63), Lumor (Trajkovski, m. 72); Baba (Lago Junior, m. 72), Salva Sevilla, Dani Rodríguez; Kubo, Cucho Hernández (Antón Prats, m. 88) y Budimir.
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Granada
Rui Silva;Víctor Díaz, Germán Sánchez, José Antonio Martínez (Domingos Duarte, m. 46), Carlos Neva; Yan Eteki, Yangel Herrera (Carlos Fernández, m. 46), Antonio Puertas, Darwin Machís (Gil Dias, m. 88); Fede Vico (Montoro, m. 63);y Soldado (Ramón Azeez, m. 75).
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GOLES 1-0, m. 20: Cucho Hernández; 1-1, m. 45+2: Víctor Díaz; 1-2, m. 69: Carlos Fernández.
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ÁRBITRO Xavier Estrada Fernández (comité catalán): Expulsó a Sedlar con roja directa (m. 80). Amonestó a los locales Budimir (m. 2), Salva Sevilla (m. 28), Baba, (m. 33), Valjent (m. 60), Kubo (m. 68) y Cucho (m. 85); y a los visitantes Yangel Herrera (m. 22) y Montoro (m. 45; en el banquillo), Machís (m. 86; acarrea suspensión) y Puertas (m. 90).
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INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 37 de LaLiga Santander, disputado en el Visit Mallorca Estadi, sin público en las gradas a causa de la pandemia.
Aunque Diego Martínez rehúya de las expectativas que genera el futuro y rechace cualquier melancolía del pasado, tiene complicado negar que en su alineación había claros guiños al ascenso. Repitieron cinco futbolistas que estuvieron aquella noche en la isla donde se consumó, con un empate, el salto directo a Primera. Rui con los guantes, Víctor Díaz y Germán de aduaneros, Puertas afilando un costado y Fede Vico flotando delante del balcón del área rival. De entre los supervivientes disponibles, sólo se guardaron, de inicio, Ángel Montoro, que mide esfuerzos tras tantos meses fuera de onda, y Ramón Azeez, que sigue desempeñando un rol secundario como entonces. Por restablecer, el entrenador hasta calcó el sistema 4-2-3-1 con el que solía perfilarse por aquel entonces.
El Mallorca, con un incendio a la espalda y olor a chamusquina, insistió en una formación que Vicente Moreno altera poco, agotando sus opciones de vida con quienes más confianza le han ofrecido en este tramo, aunque la mayoría se vean forzados de partido a partido. Es un equipo extraño este otro novato en la categoría, pues se precipita por el sumidero pese a manejar futbolistas con calidad y porvenir, como Kubo, Pozo o Cucho, mezclados con otros que no tienen mal pie, entre los que destaca el veterano Salva Sevilla. Como equipo no ha presentado un armazón fiable pese a sus ramalazos de juego pulcro, en contraposición con un Granada macizo en los momentos de tensión de la temporada. A veces, la diferencia entre la mitad de la tabla y el descenso se llama, simplemente, competitividad.
La primera parte reflejó esta paradoja. Tras los intercambios iniciales, aún de fogueo, empezaron a tocar con firmeza los bermellones, dinámicos en ataque. Trataron de finalizar jugadas aunque fuera con tiros mansos. El Granada, por su parte, soltaba a Víctor Díaz por la derecha, con más libertad como lateral puro, aunque detrás le montaron un banquete entre Lumor y Cucho.
La fatiga se observaba en cualquier lance. Despejes sencillos que se marraban y avances florecientes que se estropeaban y acababan convertidos en dentelladas del adversario. Así fue la salida en patines de Cucho, otro de la inagotable red de Gino Pozzo, que se deslizó hasta medirse con Martínez en un duelo que puso a prueba la cintura del onubense, hasta quedar destartalado. El colombiano, rápido como flash, ajustó con un puntero al palo alejado, superando la estirada de Rui.
Se soltaron los locales, en la inconsciencia de pensar que estos rasguños traumatizan al Granada. No es bueno hacer sangrar a los rojiblancos, que planean la respuesta y azuzan hasta poner las tornas de su lado. Aunque Cucho seguía a su aire, tanto Eteki como Yangel Herrera elevaron la tensión por el centro, en busca de un robo provechoso. El Mallorca seguía con alas en las botas y Dani Rodríguez derramó una carga en la que llegaron a estar tres contra uno en su nacimiento.
Las concesiones se acabaron y el Granada armó su avanzadilla. Yangel pasó la lija cerca del rectángulo de Manolo Reina y Puertas compuso un centro que Pozo envió al palo, tal vez desubicado con el escudo de la bala delante. Herrera se tiró a por un remate y chocó con Salva Sevilla y el portero. Estrada sacó la amarilla de la cartera pero, cuando se percató de que ya tenía una tarjeta de antes, lo indultó.
Siguieron percutiendo los vestidos de blanco hasta que Víctor Díaz cazó un rechazo alejándose de la frontal y sacó el bazuca. Llevaba tiempo sin disparar así y recordó mucho a uno del curso pasado en Reus. Pese a que lo merecía, apenas lo celebró, autocrítico.
El tanto desenvolvió a los de Diego Martínez, que antes del descanso amenazaron con un intento de vaselina de Machís y un cabeceo poderoso de Puertas. El Mallorca, fiel a sí mismo, pasó de unas maneras aseadas a su irregularidad también característica.
El técnico gallego modificó su plan e incluyó a Domingos por Martínez, con el portugués ayudando a Víctor Díaz en el perfil diestro. El otro sacrificado fue Herrera, tal vez temeroso el preparador de que en la siguiente tarascada no le perdonaran la expulsión. Retrasó a Vico y buscó cooperación con Soldado arriba de la mano de Carlos Fernández. Sin embargo, el susto lo dio Budimir en el otro sector tras un envío de Pozo. Tenía a Rui a quemarropa, pero el luso pareció hacer kung-fu para impedir el gol que ya cantaban los baleares.
Decaía la prudencia y se agitaban los fondos, pues a esta altura a ambos sólo les valía ganar. Pudo estrenarse en la élite Carlos Neva, en un esférico que le dejó Machís con el que trató de emular al capitán Díaz, pero sin orientar bien la bola. Cucho seguía con chispa y Salva Sevilla sacó el rifle en una falta que hizo temblar el larguero.
Llegó la dosificada media hora para Montoro, verdugo de los bermellones en el encuentro de Los Cármenes. Ametrallaban Machís y Kubo, y hasta se modificaban los roles. Se lanzó Neva y luego tuvo que recular Soldado con el japonés del Mallorca, tapado por Eteki en última instancia.
A falta de veinte minutos, Montoro ideó un córner demoledor. Sacó en corto para Puertas, que se la devolvió al valenciano y este, trompicado, acertó a centrar de zurda y encontró un giro de tuerca de Carlos Fernández con la frente, que dejó estupefactos a los bermellones, reclamando no se sabe qué. Parpadearon y vieron el balón en la red.
El Granada no amuebló la cueva y esta vez trató de dormir el asunto con centrocampistas, ajustando a Azeez con Eteki y Montoro. Carlos Fernández danzaba delante y Sedlar le cazó en una mezcla de torpeza y mala uva, castigado con una roja que ya deprimió a los locales y liberó al Granada, con diana anulada a Puertas en una prolongación caótica. El carácter impenitente de los nazaríes les obliga a sacar las cábalas en la última jornada en la pelea por Europa. Parte de abajo, pero va a apurar sus opciones hasta que no le quede más aliento. Va en su admirable código de conducta. El que obra proezas.
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