Machís atiza y el Granada se tapa
Los rojiblancos se encomiendan al látigo del venezolano y a una enorme solvencia defensiva para completar una quincena fantástica en su casa
Machís se mantuvo fiel a su romance con Los Cármenes y su gol bastó porque el Granada se tapó como nunca. El Valladolid, máximo ... goleador de Segunda división, se quedó a cero, circunstancia inusual para el delicado sistema nazarí. Los blanquivioletas se petrificaron en una llegada fulgurante del venezolano, que ya lleva nueve dianas, todas convertidas en casa. Los rojiblancos verificaron su blindaje desde entonces y pasaron el examen. Germán Sánchez se comportó como un habitual tras muchos partidos sin rascar bola. La lesión de Montoro antes del receso afectó al juego, que se hizo áspero, pero el equipo conservó el orden ante el aleteo pucelano. Debutó Agra, que agrega electricidad al ramillete de Oltra. Concluye una quincena fantástica. El chequeo vendrá a domicilio.
GRANADA CF
Javi Varas; Víctor Díaz, Chico Flores, Germán, Álex Martínez; Montoro (Baena, m.35), Kunde, Pedro (Salvador, m.65), Machís; Joselu y Adrián Ramos (Alberto Martín, m.81).
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Real VAlladolid
Masip; Antoñito, Deivid (Olivas, m.11), Calero, Moyano; Luismi, Anuar, Hervías (Ontiveros, m.59), Gianniotas; Óscar Plano; y Jaime Mata.
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Árbitro: Gorostegui Fernández (colegio vasco). Amonestó a los locales Machís, Montoro, Germán, Salvador y Baena así como a los visitantes Luismi, Gianniotas y Calero.
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Goles: 1-0, m.27: Machís
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Incidencias: Partido de liga disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante 9072 espectadores (cifra oficial).
El entrenador subsanó la ausencia de Sergio Peña con la inclusión de Joselu en la alineación. Medida muy aplaudida por parte de los aficionados, que vieron recompensado su apego al menudo delantero onubense. Sin embargo, el Granada no funcionó mejor con dos puntas. La solución aporta mayor presencia arriba y agrega un elemento para la presión, pero si el contrario fluye con presteza, rápidamente los aisla. Este plan implora de centrocampistas que detecten las líneas de pase. Montoro lo supo ver en el tanto, cuando adivinó un ofrecimiento de Ramos. Este descargó a la derecha. Por ahí apretó Víctor Díaz con un centro largo que Machís convirtió en tres puntos, ante una incomprensible pasividad vallisoletana.
Machís ya dio algún aviso previo a esta finalización. Se dejó ver por la corona del área en la salida de un córner y el propio Víctor Díaz orientó varios balones de costa a costa para que los receptara el ‘vinotinto’. Machís ha recobrado el vigor. Olvidada su lesión, vuelve a ser una amenaza, aunque los excesos de confianza le cieguen con frecuencia cuando Álex Martínez le acompaña en las incursiones. El Valladolid, sin Borja, su eje básico, lamentó otro percance cuando se lesionó Deivid, el mariscal de su zaga. Apareció Olivas y el Granada pronto cató su adaptación en una falta lateral en la que se señaló infracción en ataque de Chico Flores. Asombroso sacrificio el del gaditano, que se pasó la semana entre algodones pero aguantó los 90 minutos con gallardía.
Los visitantes jamás renunciaron al esférico. Tras un pisotón a Ramos, el colombiano se quedó algo tocado y aflojó en la exigencia al contrario. El Valladolid extendió sus secuencias de posesión pero sin progreso, algo retóricas. Las filtraciones rojiblancas se salpimentaron mejor. Así se fraguó la única diana, antes de la media hora. La vida a toda prisa, al ritmo de Machís.
Sus galopadas seguían dejando contrincantes en el prado. En una de ellas no conectó por unos metros con Pedro, quien se ha puesto las pilas desde que observa oponentes en los entrenos. Si el primer día le relevó Hjulsager, en la segunda mitad de ayer fue Salvador Agra. Un extremo raudo que dio amplitud y buenas aceleraciones en sus minutos. Sólo le faltó marcar.
Joselu quiso congraciarse con la grada en pos de la red rival. A punto estuvo de lograrlo en una jugada sin peligro aparente. Un balón despejado ante el que Ramos se impuso en vuelo y que acompañó con un gesto de cabeza para favorecer a su amigo. Joselu se venció a ras de hierba y malogró el lanzamiento. No tendría otra así.
Baena, al auxilio
El pinchazo muscular de Montoro alteró los planes de Oltra. Remendó con Raúl Baena, tras mucho tiempo siendo una tercera opción. Le costó agarrar la batuta al malagueño, aunque mejoró su despliegue el tramo definitivo, cuando todos se achuchó y lo subterráneo necesitó de ejecutantes eficaces.
Las transformaciones a peor siempre acontecen tras el bocadillo. Entra el Granada en la clausura con ánimo conservador, atento a las respuestas. Muy pronto el Valladolid empezó a apurar. Encontró una veta de perforación por el lado de Víctor Díaz, que no siempre tuvo el arrope de Pedro. Por ahí salpicó con un puñado de envíos que Óscar Plano pateó a las nubes. No hubo apenas noticias del pichichi Jaime Mata, amilanado por la marca de Chico Flores. Hervías se lo puso sencillo a Varas en un chut cruzado.
La fotografía coincidía con las recientes celebraciones en el estadio. Un adversario ansioso por remontar ante un Granada bajo forraje. Kunde intentó escapar del cerco con un eslalon que obligó a Calero a entregar una amarilla. La hinchada, entre el tedio y el fastidio pese al resultado, encontró un chivo expiatorio cuando concursó Ontiveros, el malagueño que pudo venir en este mercado y no quiso. Al parecer reacio a volver a la ciudad donde le gustaba salir de fiesta. Concierto de viento para sus tímpanos. El chico lo intentó desde la zurda y detalló su clase, pero los rojiblancos le echaron el lazo casi siempre. Bajo claustro, también gozaron de alguna salida traviesa. Joselu observó a Machís correteando por el espacio y este llegó hasta el área y se sacó un tiro de zurda, fuera por poco.
La escena ofensiva siempre tiende a la izquierda pero en la reserva esperaba turno esta vez otra frenética posibilidad que se ajusta mejor a la derecha, bajo características gemelas. Se estrenó así Agra, que pronto exhibió cilindrada. Sería después de uno de los momentos de angustia de la retaguardia. Un córner que los puños de Varas alejaron mal y que admitió una intentona de Mata. Topó con el armazón de piernas.
Germán apuró su físico en varios despejes, en pose guerrera. La escuadra trató de activar algún contragolpe más, con Machís acelerando de nuevo. El Valladolid se encomendó a Ontiveros, cuya calidad no bastó. Mejor aparición tuvo Agra. Birló un esférico en mediocampo, salió con dinamismo y le acompañó Ramos. Se apoyó en el cafetero, que le devolvió la bola rápido para que la reventara. Al luso se le vino la responsabilidad encima y dejó la mecha sin encender.
Ramos se fue entre aplausos y Alberto Martín apareció con otro ladrillo para la muralla. Varas, en el añadido, salió a los pies de Mata, tras el único fallo de salida de Germán. Una mera flaqueza en un ejercicio defensivo estupendo. Una noche de pegada y puerta a cero. Manual básico de los conjuntos ascensores.
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