Luis Milla y Rubén Rochina, aparte del grupo

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Milla sufrió problemas físicos en la primera parte del último partido del pasado campeonato, contra el Espanyol, encuentro que terminó con un empate a cero inservible para mantener la categoría. Unos días después del encuentro, el 25 de mayo, el Granada difundió un parte médico en el que subrayaba que Milla padecía una rotura fibrilar en el isquiosural derecho, pendiente de evolución. Este martes, el madrileño fue el primero en salir al césped a trabajar en la readaptación con Manu Dimas. Primero, con un pequeño circuito con picas y obstáculos en el que se fue probando. Luego, con conducciones de balón. Después, con carrera continua alrededor de los campos de la Ciudad Deportiva, en los que ya entrenaban el resto de sus compañeros.

Rochina, por su parte, sufrió su percance a finales de marzo, en un entrenamiento a las órdenes de Rubén Torrecilla, cuando este era el entrenador del equipo, el segundo de la temporada. Las pruebas confirmaron que el mediapunta valenciano sufría una rotura del tendón proximal del aductor mediano derecho. El club no dio plazos de su recuperación, aunque lo normal en un percance así son unos tres meses, tramo que acaba ahora. Rochina siguió el mismo plan de trabajo que Milla y luego se sumó a las series de carrera junto a él.

Antes de que la prensa dejara la instalación, también se pudo ver a Carlos Neva acercarse a ver a sus compañeros, algo que solía hacer en los meses del curso pasado en los que ya no estaba disponible tras terminar los trabajos de gimnasio y piscina que sigue para restablecerse de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Torrente, por su parte, sigue haciendo un trabajo al margen en sala. Al caer más tarde que su compañero gaditano, se espera que su vuelta sea posterior. Neva podría estar en torno a octubre y Torrente, seguramente en noviembre.