La mayoría de edad de los hijos de los ascensos

Si hay algo de lo que granadinos nos hemos achacado históricamente es de no haber luchado por nuestros logros con el mismo sentido de pertenencia que han hecho en otras ciudades y clubes. Siempre nos parecía que otros equipos contaban con una afición que daba a su equipo un plus de competitividad. Durante los últimos años, la afición ha ido creciendo cuantitativa y cualitativamente en paralelo a las consecuciones del equipo. Tras la temporada del covid y la del descenso traumático que enrareció la relación afición-propiedad, quedaba por testar cual sería la reacción de la afición en Segunda, cuando dos temporadas antes lucíamos palmito por Europa.

En ese escenario y con cambio en la gestión y en lo deportivo, tanto Alfredo como Nico leyeron bien la situación y se mimetizaron con agilidad con el sentir del aficionado. La afición respondió y respaldó al equipo. Hasta aquí podría parecer meritorio, pero creo que la situación de la pasada temporada, extensible a esta campaña de abonados, merece una lectura mas profunda.

Comencé con cuatro años a ir al antiguo estadio de la Carretera de Jaén en la época gloriosa, los 70, y debuté como entrenador en el recién estrenado nuevo estadio. En todos esos años, hasta tocar fondo en Tercera, la afición fue envejeciendo y menguando hasta llegar a los 'filipinos' y no se regeneraba lo suficiente por la calamitosa situación deportiva e institucional.

A partir de la llegada de Quique Pina y Juan Carlos Cordero, con los ascensos, se multiplicó la afluencia y empezaron a verse infinidad de niños con las camisetas del Granada. Esos niños hoy ya mayores de edad no tienen 'barçamadriditis', ya son granadinistas con letras de oro, van solos al campo y empiezan a llevar a sus hijos. Es por esto por lo que no tengo dudas en afirmar que vivimos en el mejor momento social y de afición que, al menos, yo recuerde.

Tanto en la época de Pozzo como en los inicios de la actual propiedad no se consiguió llenar el estadio ni con los grandes en Primera y el año pasado en Segunda se logró en repetidas ocasiones, De hecho, hemos conseguido hacer pequeño el estadio.

En la actualidad no tenemos que envidiar a ninguna afición, ni en número ni en capacidad, en el apoyo al equipo y en la movilización ante cualquier evento. Creo que este es el mayor patrimonio del club, más allá de los momentos deportivos que nos vayan tocando vivir.

Aquel #CarpediemRojiblancoHorizontal que yo evocaba en los artículos de la época UEFA ha llegado para quedarse. Por tanto, «¡disfruten el momento!».