Llega la hora clave del plan de Emery

Lo que sí ha cambiado es el contexto en el que se encuentran los de Unai Emery. Están en las vísperas del 'Día D' y la 'Hora H'. Justo cuando se decide lo importante. Y nadie esconde desde el fichaje del técnico que el objetivo del Villarreal es refrendar su crecimiento como club con, al fin, un título que celebrar. Por eso la mirada de los groguets brilla más al pensar en la eliminatoria europea ante el Dinamo de Zagreb que en la cita de mañana en Los Cármenes.

Sin embargo, el cuadro de Emery no puede olvidarse de su posición comprometida en Liga. Dos puntos por debajo de Betis y Real Sociedad, que se llevan las dos plazas europeas de momento, cualquier despiste liguero se puede pagar muy caro si no prospera el deseo de levantar la Europa League. Dos puntos es una diferencia anecdótica ahora, pero una derrota en Granada, cuyo equipo es además su mayor perseguidor –siete puntos por debajo–, podría complicar mucho su ambición de ser quintos en la clasificación.

Los amarillos no han contado con la regularidad necesaria en la competición doméstica, sumando solo dos victorias en los últimos cinco duelos, por dos derrotas y un empate. Mientras tanto, las mieles de los triunfos en las noches europeas de los jueves han ido endulzando una situación peliaguda para Emery. La trayectoria del técnico demuestra que es a partir de abril cuando sus equipos se aprietan las botas y echan el resto para conseguir, entre otros títulos, el deseado de la UEL.

Para conseguir la mejor versión en un momento de tanta tensión competitiva, los groguets necesitan ante todo recuperar cierta solvencia física, porque uno de los grandes problemas recientes han sido las lesiones en jugadores importantes como el central Pau Torres o los escuderos de Daniel Parejo en el centro.

Regularidad hay en la portería, precisamente con un portero que de lesiones sabe un poco. Sergio Asenjo sigue dando seguridad desde atrás, con Albiol y Pau Torres asentados como una buena sociedad de zagueros. Pasado y presente de la selección, uno es el temple y la experiencia y el otro aporta salida de balón y un hambre voraz en el que podría ser su último año como groguet. Las bandas han sido el contrapunto, con muchos jugadores pasando por los costados: Foyth, Jaume Costa, Pedraza, Estupiñán, Rubén Peña... Todos rindiendo a un nivel algo más bajo que en pasados cursos.

Parejo va haciendo de su camiseta amarilla su segunda piel tras un inicio de temporada aún envuelto en la nostalgia de haber sido el murciélago del escudo del Valencia. Ha encontrado un socio de excepción en Manu Trigueros, siempre fino con el balón y más trabajador en defensa de lo que las cifras puedan decir. Ha dado un paso adelante Moi Gómez, muy del gusto del técnico y encarador a falta de un Chukwueze con poca fortuna física. El debe de la medular está en Capoue y Coquelin, de los que se esperaba más.

Arriba hay poco que objetar a la titulairdad de Gerard Moreno. 20 goles para ir con el visto bueno de cada español a la Eurocopa. Bacca y Alcácer le guardan la espalda con Fer Niño empujando. Delantera de quilates.