Lina: «Todos queríamos hacernos una foto con Diego Maradona»

«Acabábamos de ascender a Segunda, el entrenador era Joaquín Peiró y el presidente, Alfonso Suárez, fichó a Lalo, uno de los hermanos Maradona. El propio Suárez consiguió en un intermedio de la Liga organizar este partido en el que no sólo iba a jugar Lalo, sino los otros dos hermanos, Hugo y Diego», resume.

Fue así como uno de los más fieles capitanes que ha tenido el Granada se encontró en un vestuario con el que reconoce, «quizá era el mejor jugador del mundo en aquellos años». «Era impensable aquello. Imagínate todos los jugadores por aquel entonces del Granada. Lo que todos queríamos era hacernos una foto con Diego Armando Maradona y decir que habíamos jugado un partido con él», confiesa entre risas, visualizándose en aquel vestuario de Los Cármenes.

Todo aquel sueño se empezó a fraguar con la llegada de Lalo Maradona en septiembre de 1987. «Era un refuerzo más para Segunda. Pensamos que, siendo hermano de Diego, sería también un jugador de un nivel muy alto. Y lo cierto es que era muy técnico, era muy buen futbolista pero el físico no le acompañaba. Quizá era un poco menudito», explica. Cuestionado por la intrahistoria de aquel partido, Lina reconoce que cuando llegó Lalo ya se empezó a rumorear lo del amistoso con los hermanos de su nuevo compañero. «Habíamos oído algo. Como que, parte del fichaje o del modo para sufragarlo, era organizar ese partido en el que podrían estar los tres hermanos. Eso lo llevó un poco más en secreto Alfonso Suárez. Pero sí creo que se barajó esa posibilidad desde el principio», advierte el central. «El fichaje estaba en torno a los 20 millones de pesetas y la idea del presidente era, hecho el desembolso, intentar plantear un partido que diera ingresos», apuntala.

Cuenta Lina que el plantel del Granada no conoció a Diego Armando y Hugo hasta pocas horas antes del partido, en una comida previa realizada en 'La Ruta del Veleta'. «Nosotros preparamos el partido con los entrenamientos normales, como para la Liga. Ellos no podrían por su agenda o sus compromisos. No vimos en persona a Diego Maradona hasta esa comida», asegura el zaguero granadino, quien tiene un recuerdo muy humilde del astro sudamericano. «Estuvo muy cercano con todos, se cambió allí en una de nuestras taquillas, sin irse a ningún apartado e insufló muchos ánimos desde el calentamiento. Se lo tomó en serio, como un partido oficial. Creo que tenía mucha ilusión por jugar con sus dos hermanos, que quizá era una situación difícil de conseguir», abunda en el tema.

Al preguntarle por cómo vió aquel día a la afición granadina, Lina reconoce que, aunque la hinchada estaba ilusionada con el equipo, se notó que iba a ver a la estrella mundial que por aquel entonces era el Maradona en su versión más 'divina' la de Nápoles. «Había gente que iba a ver en directo a su ídolo», rememora.

Ya visualizando de nuevo aquella victoria ante el Malmö, Lina destaca la entidad del equipo sueco. «Era un equipo internacional. Había un respeto, porque era la primera vez que jugábamos ante alguien de esa categoría. «El partido se gana por la mínima, había jugadores de nivel aunque fuera un amistoso», explica. «Yo destacaría a Hugo, jugó muy bien y era muy fuerte físicamente».

Por último, analiza el partido de mañana. «Será una auténtica piedra de toque en Europa, porque los otros dos rivales han sido un poco flojos. El Malmö está un escalón por encima y va bien en su Liga. Será difícil», apuesta.