Un líder con mucho que demostrar

Sus dos primeras temporadas mostraron una solidez y una madurez que le llevaron de camino a uno de los clubes más grandes del país charrúa, Nacional. Esa elástica pone a prueba la validez de todo jugador. Iba a jugar Copa Libertadores al fin. Sin embargo, una lesión cortó su progresión en Nacional. Con las inferiores de la selección uruguaya se ganó cierto cartel en Europa y el Nancy francés sorprendió al pedir la cesión del central. Cabaco jugó 20 partidos en un año aciago para los galos, que descendieron a Segunda y no pudieron ejecutar la opción de compra.

Su vuelta a Uruguay fue breve. Ya había perdido su plaza en casa, pero se había ganado el interés del Levante. Los granotas se convirtieron en el primer equipo en darle una oportunidad en España, un país y una liga a la que se adaptó a la perfección. De menos a más, con los valencianos jugó más de 50 partidos en tres temporadas. Fuerte al choque, pero a veces excedido en el mismo, se ganó fama de duro con tres expulsiones en el Levante. Se le pedía un punto más de madurez. Traspasado al Getafe en 2020, no parecía haberlo encontrado, con más rojas y apartado del equipo por Sánchez Flores por indisciplinado. En Granada, de la mano de un defensa clásico como Karanka, puede renacer.