Líbero, deuda con Pozzo y con LaLiga, asuntos en la mesa de negociación de la venta del Granada CF

El grupo liderado por Ignacio Salcedo, consejero de Greening Group, ya estaría al corriente de la situación económica del equipo y de las contingencias principales que arrastra. Ante estos asuntos, según fuentes conocedoras de estas conversaciones, se buscan soluciones de viabilidad para que en torno al final de la semana se pueda cerrar todo y que estas personas puedan adquirir el paquete accionarial mayoritario que tiene la corporación china DDMC a través de la sociedad Daxian.

Los asuntos clave a abordar son tres: por un lado, la cantidad que se fije como compensación para la actual propiedad. Por otro, cómo afrontar la situación en el caso Líbero, con una derivada fundamental en la deuda pendiente con el anterior dueño, Gino Pozzo, de 12 millones de euros, que también está acusado en el mismo procedimiento y con el que es fundamental pactar. Por último, ver qué sucede con el dinero que DDMC, a través de una filial, no abonó a LaLiga cuando dispuso de la explotación de los derechos de retransmisión en China.

En busca de que todas las piezas encajen, en estos días se tienen que producir los encuentros determinantes para que una situación en ciernes acabe en entendimiento absoluto.

Asoma un proyecto con calado en la ciudad, aunque necesitado de más apoyos económicos. En el ámbito de la gestión, no apunta a ser rompedor en su arranque, pero la celeridad es necesaria porque el club sigue sin entrenador, aunque Guille Abascal tenga un preacuerdo.

La plana mayor del Granada se dejó ver este lunes en Los Cármenes con motivo de la junta general ordinaria de accionistas. Los primeros en aparecer poco antes de las nueve de la mañana fueron el director general, Alfredo García Amado, y el abogado adjunto a la presidencia, Javier Aranguren; ambos, juntos en un coche que conducía García Amado. Confirmaron la aparente «normalidad» ante el trámite de la aprobación de los puntos del orden del día. Media hora más tarde, sola en un taxi procedente del aeropuerto y con una maleta, les siguió la presidenta Sophia Yang, a la que recibió el director de seguridad, Rubén Muros. Pocos minutos después, a pie, llegaron al estadio los representantes de los accionistas minoritarios, Mariano de Damas y José Guerrero, a pie y con veinte minutos de antelación respecto a la convocatoria a las 10.00 horas.

Estos representantes de la asociación granadinista 5001 compartieron su expectación con los medios de comunicación presentes, con ganas de compartir su disconformidad con respecto a la gestión del club desde la junta anterior, en diciembre de 2022. Tres meses atrás, y después de la 'manita' del Villarreal en el Estadio de la Cerámica, reclamaron a la cúpula del club «una reunión urgente debido a la crítica situación» por la que pasaba el equipo; tras acceder la misma a este encuentro, la junta directiva de estos aficionados insistió en apelar a «la defensa del club desde una crítica objetiva, sumatoria y constructiva».

Dos horas y media después de acceder a Los Cármenes, De Damas y Guerrero abandonaron el estadio tal y como llegaron con algunas respuestas a sus preguntas pero poco satisfechos con las explicaciones, resignados a que el bloque accionarial mayoritario de la entidad aprobase sin unanimidad al no precisarla los distintos puntos del orden del día. Cuestionaron a los miembros del consejo de administración presentes por la posibilidad de compra, pero «ni lo reconocieron ni quisieron pronunciarse» al respecto.

Sophia Yang, Alfredo García Amado y Javier Aranguren siguieron reunidos en el interior de Los Cármenes. De vez en cuando se asomaban por las ventanas del mismo hacia la calle Pintor Maldonado, al pasar una ambulancia en una de esas ocasiones. Ya pasadas las dos de la tarde, García Amado volvió a ponerse la americana que se había quitado y enfiló la salida del estadio junto a Aranguren y Yang. El director general siguió al volante, con el abogado a su lado y la presidenta sentada atrás. No hicieron declaraciones. Un portavoz del club, en cambio, sí recalcó la normalidad de la jornada y que nada relevante ocurriría a lo largo de la tarde tras la celebración de la junta general ordinaria.