Entrenador, maleta lista

Por contrario, el ritmo marcado por el vaivén de resultados en el mundo del fútbol es tan frenético que hay entrenadores que son cesados antes de encontrar piso en el pueblo o ciudad donde acaban de firmar. Todo entrenador profesional debe conocer que esas son las reglas del juego, de lo contrario, vivirá en un mundo paralelo con severos daños emocionales. Los técnicos más experimentados coinciden en resaltar que hay algo que no puede faltar en su coche: la maleta. Irónicamente, o no con tanto sarcasmo, hay quien considera que es ese el motivo por el que cada vez es menos sorprendente que la residencia de un entrenador sea una mera habitación individual de hotel. La inherente incertidumbre de este puesto de trabajo hace que la familia suela permanecer en su residencia habitual mientras que el míster es quien la abandona en aras de conseguir ese tan anhelado éxito deportivo que catapulte su movediza carrera.

Desgraciadamente, aunque no sin cierta objetividad, los resultados mandan y su importancia está por encima de todo y de todos. Un método de trabajo que fructifique en una idea de juego no es flor de un día, requiere, como una buena cosecha, de un tiempo óptimo de maduración para conseguir el estado ideal del producto contratado. Pero ese tiempo no existe en el fútbol actual. Por lo tanto, ánimo a todos los entrenadores y recordemos algo imprescindible: maleta lista.