El Granada gana personalidad
La otra mirada ·
Cerca aún de los sonoros ecos del fogoso y divertido partido ante el Tenerife, al equipo se le presenta una nueva oportunidad para que se afiance entre los mejores de la categoríaEl mejor Granada en lo que va de curso explota como equipo sólido y creíble en un buen partido ante el Tenerife. El conjunto rojiblanco ... demostró el pasado sábado ante su sufrida afición que se puede creer en él. Sus tres victorias consecutivas y su apuesta por un mejor fútbol confirman el despegue del equipo granadino, un aval suficiente como para confiar en que la fe ciega de Escribá en el objetivo es una realidad. El principal valor en la búsqueda del regreso a Primera estuvo, sin embargo, en la forma de ese triunfo frente al equipo canario, gestado en el compromiso colectivo y en un juego notable de todo el grupo, que se hizo una piña creyente de sus posibilidades.
Un gran encuentro y una nueva imagen plena de personalidad que el Granada debe ratificar en el futuro, porque la competición no le permitirá bajar los brazos. En un encuentro apasionante y de vital trascendencia para mirar al futuro de frente, el conjunto rojiblanco explotó todas las virtudes que han de distinguir a un aspirante fiable al ascenso y además ofreció buen fútbol durante muchos minutos, lo que le reclamaba el sector más purista de la afición. El sacrificio, la presión colectiva y una altísima concentración fueron la base de la amplia victoria. Solo así ganará la credibilidad y el regreso a Primera.
El fútbol, a veces, tiene un punto de lógica. En Los Cármenes lo tuvo el pasado sábado, porque la distancia entre el Granada y el Tenerife es sideral, no solo en presupuesto, también en capacidad futbolística. Así, el equipo granadino logró por la propia inercia de la superioridad una goleada cómoda que le permite pisar, por primera vez, la zona vip de la clasificación. Es verdad que el trabajo en la presión fue por momentos bueno, que el equipo recuperó la pegada y hasta que, con sus dudas atrás, lleva tres partidos seguidos sin recibir goles. Buenas noticias, sin duda.
La aplastante victoria del conjunto de Escribá desarma de una vez por todas las insustanciales teorías que defienden que en Segunda hay que jugar de otra forma más ruin. En esta categoría, como en todos los campos de la vida, la calidad, si la posees, establece las diferencias; en el caso del encuentro ante el Tenerife, la magia de Gonzalo Villar condujo a sus compañeros a un resultado de ensueño e hizo desaparecer al rival bajo su elegante sombrero de copa. El centrocampista compuso un recital magnífico en la docena de balones que tocó con limpieza.
Cerca aún de los sonoros ecos del fogoso y divertido partido ante el Tenerife, al equipo se le presenta una nueva oportunidad para que se afiance entre los mejores de la categoría. Fuera de casa, hasta el momento, es un equipo fiable y el técnico valenciano está consiguiendo que, poco a poco, crezca la credibilidad en su ejército. El Castellón, su rival, aparece como un adversario difícil de derrotar, pero, al mismo tiempo, se le descubre en sus números una enorme fisura en su línea de flotación: en Castalia sólo ha ganado dos encuentros de los cinco que lleva disputados.
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