Entre la esperanza y la realidad

En situación tan dudosa de dónde militará el equipo el próximo año, se ha anunciado desde el club que económicamente está todo controlado y habrá posibles suficientes para acometer con éxito la próxima campaña, si se descendiera. El problema vendría si no retornas a la élite ese mismo año, pues a partir de entonces los derechos televisivos se reducen y económicamente te equiparas a los demás, estando la clave del éxito basada únicamente en la gestión deportiva y no en el presupuesto.

De equipos históricos en esa situación está la Segunda División llena. Una categoría demasiado peligrosa, perversa y traicionera, capaz de engullirlos ante el primer descuido y descenderlos a Primera RFEF cuando más confiados estén. Son muchos los ejemplos y los años que estos clubes llevan en ella. Un espejo, la Segunda, en el que no sería irracional mirarse, aunque el EBITDA sea actualmente positivo.

El pasado domingo Machís se comportó como un granadinista más y evitó la victoria del Celta. Como excelente profesional que es lo hizo lógicamente por su actual equipo, pero si el Granada se salvara, esta agradecida afición guardaría el detalle entre sus rayas horizontales como hace siempre.

Una afición que siendo consciente de la situación mantiene intacta la esperanza por conseguir la permanencia. Dijo Aristóteles que 'La esperanza es el sueño del hombre despierto'. Pero igualmente dijo que 'La única verdad es la realidad' Y entre la esperanza y la realidad se debate el futuro inmediato del Granada.