Primer set, clave
Competir, aprender, disfrutar ·
El primer tramo de Liga a veces se ningunea, pero acaba siendo tan irremontable como decisivoJaime Morente
Miércoles, 10 de septiembre 2025, 20:32
Un punto de doce posibles supone un comienzo poco alentador para el Granada. Y es que, hacer bien las cuentas en este primer set de ... competición, resulta fundamental. El primer tramo de Liga a veces se ningunea, no se respeta. Y, a la vista está, que acaba siendo, en muchas ocasiones, tan irremontable como decisivo.
Para establecer el símil de la importancia de un buen comienzo, podemos recurrir a otras modalidades deportivas tales como el baloncesto, y su primer cuarto, los deportes de raqueta con ya mencionado primer set; o eventos internacionales como la Champions League, los Juegos Olímpicos o Mundiales, cuyas fases eliminatorias suelen ser precedidas por una liguilla previa tan infravalorada como letal para algunos de los favoritos. Todos ellos son ejemplos de que la primera fase de una competición es mucho más importante de lo que creemos. Más aún en esta reñida Segunda división.
Llegar cuanto antes a los dos dígitos es clave. De entrada, porque supone casi un tercio de la salvación. Del mismo modo, no sumar pronto de tres en tres será sinónimo de caída libre en aquellos clubes llamados a luchar por un objetivo más ambicioso. Es ahí donde reside la preocupación del Granada. Un traspiés en La Rosaleda hubiera supuesto esa pérdida total del conocimiento una vez ya traspuesto en la lona. Ha habido un pequeño atisbo de recuperación, una ligera apertura de párpados.
Absolutamente nadie esperaba al equipo tan abajo, pero ¿quién esperaba a clubes históricos como Tenerife, Málaga o Deportivo en una situación similar hace escasas temporadas? Nadie. Y su devenir fue una consecuencia de un mal inicio. La etiqueta o el estatus de un equipo no aseguran rendimiento. Al revés, inyectan más presión aún cuando vienen mal dadas. De ahí que salir de ese circulo vicioso que se genera en el primer set sea tan complicado. Reflexionemos pues.
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