Planificar desde ya en el Granada

En primer lugar, la propiedad debe dejar claro, de una vez por todas, cual es su objetivo. Si vende o no vende. Si lo hace, que cierre, con portazo, al salir. El retraso acumulado en este campo este año hizo que la planificación no estuviera acorde al nivel de la categoría. Así, los nefastos resultados no tardaron en llegar. Un virtual descenso a comienzos de primavera, como ha sido el caso, debe ser una razón más que suficiente para empezar cuanto antes a prevenir posibles contingencias que el futuro inmediato pueda deparar.

El primer año tras una pérdida de categoría está dotado de cierta amortiguación económica, un motivo más para no perder el tiempo. Pero para ello, la cadena de mando debe definir sus protagonistas. Por respeto a la afición, es hora de dejar egos y posiciones a un lado, para pensar en el eterno olvidado hasta la fecha, el club. Es el único que tiene garantizado su descenso a la durísima categoría de plata del fútbol español. Una vez quede definida la propiedad, tocará hacer lo propio con dirección deportiva y entrenador. Es evidente, y al año de Karanka podemos remitirnos, que dar continuidad a quienes han acabado pilotando un barco que se ha hundido estrepitosamente tiene poco sentido.

En definitiva, toca tomar decisiones, comenzar negociaciones, tantear situaciones, así como empezar a imprimir cartas de libertad caiga quien caiga. Desafortunadamente, el club tiene la opción de iniciar la planificación desde ya. Ojalá sea así. Estamos a tiempo. Reflexionemos pues.