Intratable lejos de Los Cármenes
El Granada tiene que recuperar su sobriedad en casa aún sin público si quiere poner el broche a este curso
Rafael Lamelas
GRANADA
Sábado, 18 de julio 2020, 00:38
1. Mallorca se convirtió en el trampolín del ascenso y se erigió en el lugar de la posible penúltima alegría del Granada esta campaña. Esta ... vez sí dejó descompuesto al conjunto local. Los bermellones se despidieron de la categoría tras la derrota contra el conjunto de Diego Martínez, una escuadra intratable lejos de Los Cármenes. Los resultados tras el confinamiento lo han subrayado. No pierde como forastero desde principios de febrero, cuando resbaló en el Wanda con una alineación de circunstancias, después del esfuerzo en cuartos de final de Copa para eliminar al Valencia y a las puertas de las semifinales.
2. Tras la puya del Atlético, los nazaríes contabilizan siete salidas sin perder, con tres victorias consecutivas en las últimas jornadas. Cansado de mirar con envidia a las marcas en la puerta con la altura que alcanzaron sus 'hermanos mayores', este Granada ha dado estirones y puede acabar sacando una cuarta a todos sus predecesores generacionales. Su nombre ya se registra en varias plusmarcas, pero quiere más.
3. La oportunidad que se brinda mañana es única, aunque le influya el rendimiento de otros. El equipo no depende de sí mismo para viajar por Europa. Tiene que ganar y esperar un par de tropiezos de los que tiene por delante. En ciertas cábalas, no basta ni con el triunfo. También aparecen lecturas favorables con un mero empate, que implica varias agrupaciones.
4. Ninguna de estas especulaciones servirá si el cuadro no se hace fuerte en su feudo. Ha de recuperar la sobriedad como anfitrión y cobrarse la revancha frente al Athletic por la eliminatoria en el torneo del KO. Sobre ello, sustentar la espera de buenas noticias de otros estadios.
5. A este ejercicio sobresaliente le queda el broche final. La despedida en un lugar que amenaza al incauto cuando se llena de aficionados, pero del que se han marchado puntos en esta etapa pandémica. Sin el embrujo de la hinchada, los visitantes se han crecido y al Granada le han faltado sus referentes emocionales. Fuera, muchos adversarios han sufrido idénticos achaques, pero es que para los nazaríes está conexión suponía una motivación esencial.
6. Este momento lo afrontará sin público un equipo íntegro al que nadie le ha regalado nada. El único miembro de la élite que ha logrado remontar dos encuentros en esta reanudación. Al de Mallorca se une el del Getafe en la vuelta del deporte, ahora un contrincante directo en la pugna por concluir entre los siete primeros.
7. La obra magna de Diego Martínez se consuma y pocos aciertan a intuir si aún puede ir a más. Ha formado un batallón que sabe aumentar el ritmo y bajarlo, que ataca o contragolpea, que se repliega o presiona al unísono. Si va perdiendo, reacciona. Si aventaja al oponente, administra la situación. A veces yerra, pero soporta el dolor y se niega a claudicar, de ahí que sea peligroso cuando más apesadumbrado parece.
8. Durante semanas, la Liga ha medido la capacidad de concentración y los niveles de fatiga de los planteles. El Granada, pese al desgaste y las bajas, concluye con una energía extra. A su orden implacable y sus múltiples manera de distribuirse, añade a un futbolista capital por su personalidad y talento. Ángel Montoro dio dinamismo contra el Real Madrid y facilitó el tanto a Carlos Fernández en una acción estratégica, pero sobre todo le dio poso a la medular, sin que los rojiblancos renegaran del balón como en otras segundas partes. Hasta Eteki, inmenso en la cita balear, pareció un mediocentro refinado al lado del maestro valenciano.
9. De nada sirve barruntar qué habría pasado con Montoro ileso, de la misma forma que jamás sabremos si las prestaciones de los nazaríes habrían mejorado en caso de tener a sus seguidores alrededor. Las lesiones vinieron así y se cebaron con algunos componentes, mientras que el coronavirus despobló las gradas y propició este simulacro extraño en lo ambiental y que tanta labor de mentalización ha requerido sobre el césped.
10. Como le ocurrió al Atlético cuando ganó la Liga, se han pasado hojas del almanaque a la espera de que la sorpresa se agotara y el Granada se anclara sin pretensiones. La derrota con el Eibar pareció el epitafio de una intentona osada, pero nunca se puede renegar de los que conforman este vestuario. Lo han amasado fuera y ahora tienen que consumarlo en el hogar. Con su gente en el corazón.
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