La hora de Njegos Petrovic
Moreno medita la titularidad del serbio, siendo el único de los fichajes por los que el club pagó traspaso que aún no ha salido de inicio
La lesión de Maxime Gonalons y un cambio en el sistema de juego pueden dar pie a la entrada de Njegos Petrovic en el equipo ... titular del Granada. El centrocampista es el único de los fichajes por los que el club pagó traspaso en el pasado mercado invernal que aún no ha salido de inicio. Raba tampoco se ha estrenado en un arranque, pero llegó libre, después de que el Villarreal le rescindiera el contrato.
Petrovic fue la segunda inversión de enero en hacerse oficial y en incorporarse. Solo Álex Collado aterrizó antes. Por tanto, ha disfrutado de un tiempo de integración con el equipo superior a los que se concretaron el último día del bazar, como Uzuni y Arezo, más Raba unos días después. Como le sucede al albanés, no sabía español antes de arribar, por lo que tiene una barrera idiomática que vencer que, por lógica, dificulta su adaptación.
Como centrocampista, pasaba por ser un refuerzo que diera más poderío físico a una zona en la que suelen actuar futbolistas cualificados, pero sin un despliegue incesante. 'Piernas', como se suele decir en el argot de este deporte. Por edad y propensión a molestias, Gonalons y Montoro no están tan a ritmo como antes. Milla sí está en una etapa de esplendor, pero también acusa el desgaste en las segundas mitades. De alguna manera, Petrovic aparecía para cumplir en la faceta en la que no funcionó Monchu. De momento, el balcánico ha sido un actor de reparto, aunque esto tiene visos de concluir.
Moreno probó el miércoles una zaga de tres centrales y con carrileros que arropa y da algo más de libertad al doble pivote, en el que ensayaron Milla y Petrovic. Puede ser un camino interesante para potenciar el recorrido de este joven de 22 años sin que tenga tantas obligaciones defensivas por la presencia de futbolistas como Domingos, Germán o Torrente detrás. Petrovic ha jugado en el Bernabéu, el Reale Arena y en Los Cármenes frente al Villarreal, pero siempre tras el descanso. De hecho, extrañó un ápice que con los amarillos, cuando se lesionó Gonalons, no saltara él al terreno y sí Uzuni, que obligó a pasar del 4-3-3 al 4-4-2. Además, calentó Isma Ruiz y no Petrovic, que sí apareció después del entreacto, dejando algunos buenos detalles en el desplazamiento de balón.
Petrovic tiene que vencer esa aparente timidez y demostrar que es ese talento que la dirección deportiva captó en el Estrella Roja. En su trayectoria allí se percibía que al principio de curso no era titular indiscutible, pero hay ojeadores que advierten que en aquel club se pretendía potenciar a otros futbolistas, hasta que el juego de Petrovic habló por sí solo y se integró. Quizás siga un camino similar en Granada, donde intenta disfrutar de su nueva vida. En la red social Instagram, en la que los deportistas suelen abrir su intimidad, se le ha visto comer en distintos lugares de la ciudad junto a su pareja. Los serbios suelen tener cierta facilidad para aprender el español, aunque con un acento muy característico. Seguramente ya se esmera para aprender y expresar cada sentencia habitual del fútbol, pero sobre todo ansiará hablar en el campo. Tal vez le llegue ese estreno de inicio en la 'final' del lunes, frente al Cádiz. Enfrente, un viejo conocido para la afición local como San Emeterio. Con trabajo, el cántabro se ganó un lugar en sus corazones. Petrovic aspira a lo mismo. Es su hora.
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