«Hay que comer mierda para saber cómo sabe el jamón»

Más allá de su protesta, Guille Abascal distinguió «un análisis positivo y otro negativo, como en todo partido e independientemente del resultado, con muchas más cosas positivas que ayudarán a conseguir resultados». «Uno de nuestros objetivos como cuerpo técnico era que el equipo conectara con la afición con su fútbol de presión y ataque, y tuvimos esa intención desde el principio y estuvimos bastante bien ahí. Llegar a zona de tiro constantemente habría cambiado el resultado de haberlo aprovechado. Tenemos que seguir repitiendo ese comportamiento para construir, más como en el primer tiempo que como en el segundo ante un bloque más bajo contra el que optamos por los centros», explicó.

«Conseguimos dominar al rival con balón y tuvimos ocasiones pero no efectividad. En un partido con tantos tiros y llegadas, supongo que la derrota será anecdótica porque la próxima vez será nuestro el resultado seguramente si mantenemos la concentración. Cogeremos las cosas que más nos gustaron para seguir compitiendo, aunque seguramente tendremos que crecer en la gestión de los partidos con palos como este, del que nos repondremos más fuertes», aseguró el entrenador del Granada.

«Veo que la personalidad y el carácter del equipo estaban presentes ante una situación clara en contra, sobre todo por el poco tiempo efectivo y el perdido con las pausas. Me quedo con la intención de no rendirse nunca», insistió Abascal. «Tengo pocas cosas que reprochar al equipo en estos 40 días de preparación, porque se ha visto lo que queremos: recuperar rápido y en campo contrario para llegar al área. Ese es el fútbol que queremos hacer», reafirmó.

Lo que más molestó a Guille Abascal, como no podía ser de otra forma, fue el gol en contra de un saque de banda que además supuso el segundo del Albacete en un partido que, a su juicio, el Granada tenía «extradominado». «Perdimos la concentración después de la pausa de hidratación», concedió. En cualquier caso, el entrenador negó que a su equipo se le vaya a hacer larga la semana hasta la siguiente jornada: «A las diez de la mañana jugaremos un amistoso contra el filial con quienes no tuvieron minutos. Pasamos página y miramos hacia adelante».

En cuanto a las suplencias de algunos nombres propios, Abascal sostuvo que las de Lucas Boyé y Gonzalo Villar fueron «parte del plan de partido». «Quienes salieron de inicio compitieron bien», justificó. Sí reflejó que la de Luca Zidane estuvo condicionada por la lesión que arrastra: «No completó más que un par de entrenamientos y por precaución decidimos no arriesgar, al igual que con Melendo, por el calendario raro que tenemos entre semanas largas y cortas».

Por último, el entrenador del Granada calificó a su afición de «espectacular». «Uno de los objetivos de un club como este debe ser el de darle alicientes para que nos sigan, y lo hicieron, como cuando centrábamos. Nos ayudaban. Lo único que quiero y deseo es darle alegrías», subrayó.