Guille Abascal, los condicionantes y la terquedad
El técnico, en la picota, se aferró al sistema de tres centrales ante la baja de Hongla, pero siguen sin brillar sus mejores futbolistas
1. La baja de Martin Hongla durante la ventana de selecciones supuso un contratiempo para Guille Abascal. Resaltó un déficit de la planificación. A pesar ... de tener 24 fichas ocupadas desde el fichaje de Mariño y varios canteranos en dinámica, los rojiblancos no tienen más pivote defensivo que el camerunés. Ni siquiera el filial cuenta con uno así.
2. En busca de un supuesto equilibrio, Abascal rectificó el 4-4-2 con el que arrancó la Liga posiblemente preocupado porque los dúos que podían salir entre Sergio Ruiz, Gonzalo Villar y Manu Trigueros le parecían vulnerables. Para protegerlos y supuestamente ampliar los pasillos de salida, el sevillano apostó por un dibujo con tres centrales y carrileros, con una distribución en ataque versátil. Una referencia y dos jugadores elásticos a los lados, que tan pronto buscan la cal como los pasillos interiores.
3. El desparpajo inicial en el debut de Reinier inclinó a pensar al preparador que podía profundizar en esta fórmula en Elche, a pesar de que solo le sirvió para empatar. Repitió signo en el Martínez Valero, pero con una imagen peor en la primera parte, a merced del rival, y algo más reactiva en la segunda mitad, aunque cuando ya había remontado pasó lo que pasó. El enésimo desajuste defensivo que abrió una fase sin gobernante claro, en el que pudo marcar cualquiera, más por aventuras de unos que por juego organizado.
4. En teoría, Hongla volverá esta semana y será la prueba de si el nuevo esquema apareció para quedarse o si solo era una alternativa para adquirir un blindaje que tampoco ha sido tal. Tampoco ha potenciado las virtudes de algunos de sus futbolistas.
5. Manu Trigueros aterrizó en Granada dando muestras de su categoría en el pase. Abascal le buscó sitio como interior izquierdo, lo cual le suponía un movimiento continuo de la fase defensiva a la ofensiva, en la que se centraba, pero al menos encontraba otros dos mediocentros cercanos para apoyarse. Con esta especie de 3-4-2-1 actual, convertido en 5-4-1 sin balón, Trigueros solo ha tenido a Sergio Ruiz cerca y siempre ha recibido en malas condiciones, acosado por los contrarios. Ni los carrileros le han dado buen apoyo ni profundidad en el desmarque.
6. Tampoco los de la vanguardia le buscaron en condiciones en Elche. Reinier, como ya se vio, es de inspiración. Si tiene el día puede maravillar, pero cuando se le apaga la luz le cuesta reengancharse. Tsitaishvili sí busca los espacios, pero hay que abastecerlo, no con pelotas bombeadas como las que le soltó Miguel Rubio.
7. Unas cosas están condicionadas por ausencias o malos rendimientos y otras son fruto de la terquedad de Abascal. Neva, que no inició mal aquel primer acto con el Dépor, comenzó a sufrir cuando los coruñeses le buscaron la espalda viendo que Reinier no bajaba y que los pivotes le ayudaban poco. Si Loïc encontraba trabajo, como le pasó con la doble punta del Elche, ocurrió este domingo que Josan se plantaba a la espalda de Neva con facilidad. La rigidez de los mecanismos defensivos hizo el resto. El gol de Lucas Pérez, el penalti en el Martínez Valero y la diana de Mourad para el 2-2 nacieron por el mismo sector.
8. No cabe otra solución que ponerle un extremo real por delante, bien Józwiak, que tuvo minutos, o el propio Tsitaishvili, que por su mera presencia genera preocupación al contrario. Sobreexponer a Neva es un problema evidente que no se remedia por acumulación, sino mejorando el repliegue o con una presión más ordenada. De poco sirve que Weissman, como luego Uzuni, aprieten como locos si los demás saltan tarde.
9. La obcecación de Abascal por el israelí es uno de los grandes enigmas. Le encantó en pretemporada, por lo que se ve, y no ha debido observar en su mejor versión a Boyé y Uzuni, que parecen superiores, cada cual en lo suyo. El albanés ya mostró lo que genera con su sola presencia. Falta el argentino, que todavía no ha sido ese faro dominante en el horizonte.
10. El Granada tiene un margen de mejora amplio y algunos de sus destacados no brillan como se presupone. Abascal, que queda en la picota, se juega mucho más que tres puntos el próximo viernes con el Málaga. Será el momento de mostrar en cuánto le ha influido lo de Hongla y si tiene alguna otra fórmula para darle un estímulo a un grupo afectado todavía por la tristeza del descenso, aunque haya caras nuevas, muchas desaprovechadas.
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