El inicio de una nueva era ante el espejo deseado

Insistió Robert Moreno en su primera comparecencia prepartido en algo que viene comentando en privado desde antes incluso de firmar como entrenador del Granada: «Me encanta empezar en Villarreal, es un club que admiro y creo que tiene que ser un espejo en el que mirarse». El catalán está convencido de que la entidad rojiblanca puede imitar su ejemplo, y desea que lo haga con él al frente tras una carrera difícil, de segundo entrenador a primero como seleccionador nacional de forma circunstancial y con un breve paso por el Mónaco luego. Ahora afronta el gran reto de demostrar que realmente está capacitado para dirigir a un equipo en la máxima categoría del fútbol español. Una oportunidad que ha esperado mucho tiempo y que no piensa desaprovechar; de ahí la ingente cantidad de horas de trabajo que dedica y lo alto que aspira siempre.

No tiene el Granada un calendario demasiado amable para abrir este nuevo capítulo en su historia, aunque a su entrenador le estimule la visita a un conjunto de Champions League en el que pretende mirarse. El conjunto rojiblanco ya fue capaz de sacar un punto en 2019 con un vibrante empate a cuatro goles, recién promocionado de Segunda división. Mucho ha cambiado desde entonces. Para empezar, que a los mandos del Villarreal está ahora Unai Emery, uno de los entrenadores españolse más prestigiosos en la actualidad. Ha inculcado su mentalidad ganadora al conjunto castellonense y en su primera temporada ya le dio el primer título de su historia: una meritoria Europa League, la competición que compartió con el Granada el curso pasado. Vengó su eliminación en cuartos de final a manos del Manchester United derrotándole en la final. Ese triunfo le dio acceso a Champions tras acabar la Liga séptimo, con plaza original para la nueva Conference League gracias a sus 58 puntos, a doce de los rojiblancos, novenos.

No debería acusar en exceso el Villarreal el cansancio por la final de la Supercopa europea del miércoles frente al Chelsea, que también se decidió en la tanda de penaltis pero con cruz para el 'submarino' amarillo en este caso. La recuperación entre partidos no es la misma ahora, con toda la carga física de la pretemporada, que más adelante en el curso, pero los rojiblancos ya pasaron por ello en el ejercicio anterior. Es buena muestra de la capacidad competitiva de los pupilos de Unai Emery que fuesen capaces de plantar cara hasta las últimas consecuencia a dos titanes de la Premier League, primero al Manchester United y luego al Chelsea. Sin embargo, el Granada acude al Estadio de la Cerámica sin complejos, orgulloso de su trayectoria reciente y dispuesto a seguir esta temporada en la pelea por los puestos que dan acceso a las competiciones continentales.

Solo el desarrollo del partido, imprevisible, dictará si el equipo de Robert Moreno se mantiene fiel a su voluntad durante la pretemporada o en qué medida se adapta a su rival, estudiadísimo por el cuerpo técnico del catalán. El Granada ha mostrado en sus bolos veraniegos una intención inequívoca por dominar los partidos desde la posesión del balón, procurando recuperarlo rápido con una presión intensa e iniciando las jugadas con tres hombres de la retaguardia desde el apoyo de un centrocampista a los centrales y unos laterales muy adelantados a modo de carrileros. Robert Moreno ya advirtió que quiere que su equipo sea valiente pero no imprudente. El Villarreal impone.

Sin precedentes en competición, aún existen varias incógnitas en la alineación titular por la que apostará el nuevo técnico rojiblanco. Sí se pueden sacar algunas conclusiones del 'once' que eligió para presentar al equipo ante su afición en el reencuentro del trofeo en Los Cármenes frente al Málaga. Actuaron de inicio los tres fichajes estivales: Luis Abram, Monchu Rodríguez y Carlos Bacca, a uno por línea. El central zurdo peruano estará pendiente de su documentación hasta las últimas horas previas al encuentro. El centrocampista balear, el más integrado de los tres, parece partir con ventaja respecto a Ángel Montoro, que se perdió parte de la pretemporada al contagiarse de coronavirus. El delantero colombiano, por su parte, también tardó en actuar por unos problemas en una rodilla pero cuenta con la confianza del entrenador en la visita a su exequipo durante tres temporadas y media.

Lo que sí está claro es que bajo palos estará Aarón Escandell, a la espera de que el luso Luís Maximiano se integre con el equipo y le haga competencia. En la defensa los laterales serán para Dimitri Foulquier y Carlos Neva mientras que en la zaga está por ver si a Domingos Duarte la acompaña Luis Abram a falta de resolver su inscripción o Germán Sánchez. Maxime Gonalons será el pivote y a sus lados tendrá a Luis Milla y Monchu Rodríguez, en principio. En el ataque, con siete hombres en plantilla para tres puestos aunque Antoñín podría quedarse en casa al no contar, los elegidos podrían ser Antonio Puertas en banda derecha, Luis Suárez en banda izquierda y Carlos Bacca como referencia. Quedaría como revulsivo Darwin Machís, indiscutible con Diego Martínez. En el Villarreal son bajas por lesión Dani Parejo y Francis Coquelin y Pau Torres por vacaciones tras afrontar la Supercopa a su vuelta de los Juegos Olímpicos. Robert Moreno quiere iniciar su propia etapa con un triunfo en el Estadio de la Cerámica.