El regreso de la ilusión

Por eso esta plantilla, de momento con tan solo tres caras nuevas, debe empezar a demostrar desde este mismo lunes que la meta del Granada este año es volver a intentar entrar en competiciones europeas. La ciudad y los aficionados se lo merecen y saben que ahí tendrán a su favor a toda la gran peña granadinista, que poco a poco volverá a su estadio tras año y medio de ausencia por el maldito virus. Así, pues, deben convencer con los resultados que esta que empieza en Villarreal no solo es una Liga más.

Así, el nuevo Granada de Robert Moreno, que se sentará por primera vez en el banquillo como técnico de Primera división, tomó cuerpo poco a poco durante la pretemporada y esta noche frente al remozado conjunto de Unai Emery cobra vida de forma oficial. Ya es una realidad y ahora sólo cabe esperar que todas las expectativas que ha despertado estén acordes con su rendimiento, empezando por este lunes en el Estadio de la Cerámica y siguiendo por las 37 jornadas de Liga posteriores para mantener al equipo rojiblanco en el papel de protagonista que ha mantenido en las dos últimas campañas, en las que su rendimiento fue brillante. A eso se compromete el técnico catalán y en eso le han secundado todos sus futbolistas en sus discursos.

Queda mucho tiempo, toda una temporada, para ver si esa aspiración se cumple, para comprobar si la apuesta europea del Granada tiene verdaderos visos de ser real. Sin embargo, el presente es cuanto menos ilusionante y a esa expectativa se agarra cualquiera de los aficionados granadinos, que han visto demasiadas tinieblas en tiempos pasados, mucha mediocridad, campañas insustanciales, coqueteos con el descenso hasta que llegó la tragedia y, en todo caso, nadar siempre en el mar de la indiferencia. Esta vez la historia no se debe repetir.