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Carlos Neva pugna por un balón con Rubén Peña. PEPE MARÍN
Granada - Villarreal

Sin premio a la eterna lucha

La contracrónica ·

Todo habría sido distinto en el Zaidín si Soldado hubiese adelantado al Granada a los tres minutos, aunque ni eso habría asegurado la pernoctación en la 'Europalí'; a falta de ideas, el Granada se lanzó a tumba abierta por el empate

Sábado, 20 de junio 2020, 01:03

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La definición más elemental para esto del juego del fútbol, después de aquella que dice que siempre gana Alemania –aunque hombres como Santi Cazorla, ayer ... en Los Cármenes, probasen lo contrario–, apunta que lo único que diferencia al vencedor del vencido es que uno meta más veces el balón en la portería contraria que el otro. Hay días en los que basta con hacerlo en una sola ocasión, aun sin saber cómo. Y no hay más, en ciertos partidos no hay más misterio. Todo habría sido distinto en el Zaidín si Roberto Soldado hubiese adelantado al Granada a los tres minutos, o que Asenjo no hubiera hecho uno de los milagros de su vida para ser más precisos. Todo habría sido distinto, aunque ni eso podría haber asegurado la pernoctación en la 'Europalí'. Por eso es inútil darle más vueltas.

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