Diego Martínez: «Fue un mal día, pero no ponemos excusas»

«Somos un equipo en el que debemos estar todos, empezando por el entrenador, al 10 sobre 10; cuando no lo estamos individualmente, repercute sobre el desarrollo del partido», inició su análisis Diego Martínez. «En la primera parte no estuvimos cómodos. No leímos bien cómo atacar el espacio, nos faltó vivir más en campo rival y tener más precisión y continuidad en la circulación, como en una acción que concluyó en un tiro de Milla. Aun así, a balón parado siempre llevábamos peligro», valoró el entrenador del Granada, quien sí lamentó un desarrollo del partido desafortunado para los suyos. «Encajamos el 0-1 en la última jugada antes del descanso y en la segunda, en la que estuvimos en una mejor versión y con una fase bastante buena, el 0-2 llegó antes del triple cambio. Aun así, nos metimos en el partido con el 1-2 y rozamos el empate», apremió.

«Tuvimos la capacidad y la actitud como para poder empatar el partido. Al máximo nivel hay veces en las que ganas por aprovechar el error del rival y esta vez nos pasó al revés, hay que aceptarlo. El acierto está ahí y por eso este juego es tan bonito», aceptó el técnico del Granada. «Doy mucho mérito a la segunda parte, en la que sin ser nuestro mejor día tuvimos ocasiones para el empate, pero si tienes esas dos acciones en las que no estuvimos acertados a nivel defensivo… esto es fútbol, y hay que aceptarlo con naturalidad. Los últimos cinco minutos del partido fueron una lástima. Terminamos pensando en que no hubiese sanciones ni otras circunstancias que nos condicionasen para los próximos partidos, porque este fútbol te obliga a pensar en la disponibilidad. No queríamos más daño», reconoció Diego Martínez.

«El Valladolid es un equipo que defiende bien, venía de ganar y con resultado a favor puede hacer muchísimo daño al contragolpe, pero le sometimos muy bien. No estuvimos acertados y ellos sí estuvieron muy concentrados. No tuvimos un gran volumen de ocasiones pero se olía el peligro, se notaba que querían que pasase rápido el cronómetro. Pero la claridad es complicada cuando no es tu mejor día y el rival está tan bien en defensa», valoró el entrenador del Granada. «Pero me quedo con la intención, que fue muy buena. Nos recuperamos y nos olvidamos, no queremos buscar excusas. Nuestra realidad es la que es y hay que afrontarla así. Por eso hay que valorar tanto los catorce puntos que tenemos y el partido que nos queda por jugar, así como la ilusión de estar en Europa y poder hacer diez puntos en la liguilla. Debe ser muy emocionante para todos», apuntó.

Diego Martínez insistió en el que el ánimo actual de su plantilla no es otro que el de «competir y volver a la normalidad», una palabra que gusta al gallego. «Han sido dos semanas durísimas para todos pero queremos pasar página y mirar al frente. Eso hicimos, con un resultado negativo, pero lo hicimos. Intentamos volver a nuestro día a día de competición y luchar por cada tres puntos, volver a nuestra mejor dinámica porque hasta Chipre estábamos en los mejores números en la historia del club. Vino un palo en la rueda pero hay que levantarse, porque también desde las derrotas puede uno crecer», reflejó el técnico, motivado ante el partido del jueves frente al Omonia en la Europa League, «un sueño para todos».

«Esto es Europa y sabemos que va a ser un partido muy complicado, pero francamente, a día de hoy lo que más me ocupa es que nos recuperemos nosotros, a nivel físico y táctico; que los internacionales vuelvan a nuestra dinámica; que los que estuvieron confinados vuelvan a tener una semana con dos o tres días de entrenamientos; que el equipo vuelva a verse con fluidez en el campo y con ganas de competir», enumeró Diego Martínez. «Ha habido un parón y hay que arrancar. Eso es lo que más me ocupa. Tener a todos en plenitud y funcionar como equipo, como siempre hemos hecho», concluyó su rueda de prensa.