Un minuto es un minuto
El órsay ·
En sesensa segundos, poca broma, se puede ganar una Liga, perder una guerra, hacer el amor o calentar unas salchichas al microondasMANUEL LÓPEZ SAMPALO
Lunes, 26 de abril 2021, 00:51
La suma de los 90 años del Granada con los 131 del Sevilla es igual a 221 años de historia; ¿pero qué son dos siglos ... y pico cuando queda un minuto de partido por disputarse? En sesenta segundos, poca broma, se puede ganar una Liga, perder una guerra, hacer el amor o calentar unas salchichas al microondas. Debió sentir el sevillismo un 'coitus interruptus' como cuando celebras un gol tras la confirmación del VAR: bueno, aunque al fin y al cabo festejas dos veces. Pero es fácil caer en el surrealismo e imaginarse a Koundé regresando al campo con el pelo lleno de champú, a Rakitic dejando un pino a medio plantar o a Bono con restos del tomate de la pizza en una comisura.
La resta de los 131 años del Sevilla –ahora resulta que el Himno del Centenario de El Arrebato es de 1990…– y los 90 del Granada arroja la cifra de 41: que son los años que cumplía ayer el ciclista Alejandro Valverde, hijo adoptivo de Granada, quien a punto estuvo de soplar las velas como pentacampeón de la Lieja-Bastoña-Lieja. Si hay un futbolista que por rendimiento y edad se pueda comparar con 'El Balica' es Jorge Molina, que el jueves ante el Eibar alcanzó los 39 palos. Un día después, el viernes, el de Alcoy festejaba su santo; no pudo culminar la semana cual boda gitana con una celebración en el Pizjuán.
Quizás Nehuén, poco conocedor de las costumbres del país, se confundió en la creencia de que por San Jorge en vez de un libro se regala un gol. Así, dadivoso cual Ratoncito Pérez, obsequió a sus compatriotas argentinos del Sevilla con el primer tanto. Por cambio, el árbitro De Burgos, que es de Bilbao, no regaló nada, sino que no conforme con birlarle a Antonio Puertas un gol le quiso robar un minuto al partido. Un minuto, señor, ¿usted sabe lo que vale un minuto? Pregúntele a un concursante de Pasapalabra, a un apneista o a un voluntario de ONG que te para por la calle y te pregunta que si tienes un minutillo.
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