Robert Moreno insiste en probar a Isma Ruiz como alternativa a Gonalons

Ayer, ante el Alcorcón, el encargado de arrancar el motor del bólido nazarí fue el joven granadino, dando respiro al internacional galo. Robert Moreno ha visto en él al mismo jugador al que Rubén Torrecilla entregó su centro del campo. No a un interior que continúe el juego, sino a alguien que lo reparta, temple el partido, barra segundos balones y encabece, por qué no, una presión mordaz tras pérdida.

El técnico catalán ha insistido en estos tres primeros amistosos en que la alternativa única a Gonalons en el plantel sea el recreativista, que se juega este verano dar el salto ya al primer plantel. Para cerciorarse de su valía, el cuerpo técnico rojiblanco le ha brindado confianza, le ha involucrado en la salida de atrás, le ha puesto encima responsabilidades con el balón y sin él. Además, ya le ha probado con todos los socios posibles.

En el debut en Málaga, Isma esperó en el banquillo hasta que le tocó salir en la segunda parte, con Monchu y Milla como aliados. Los dos centrocampistas, expansivos, dinámicos y de buen toque, ayudaron a que la primera prueba del de Gójar fuese amable. Apretó en la presión, jugó fácil y de cara cuando pudo, dando la vuelta con desparpajo cuando no. El madrileño Milla solo jugó 20 minutos, pero con Álvaro Bravo mantuvo buena conexión.

Algo más exigido se le vio ante el Espanyol. Tampoco fue titular frente al cuadro perico y salió a la hora en un trío conformado junto a Ramón Azeez y Yan Eteki. No supieron mezclar bien y el centro del campo se diluyó tras una primera parte en la que Gonalons maniató a los rivales.

La titularidad de ayer ante el Alcorcón reafirma la apuesta de Robert Moreno por ponerle en la privilegiada piel del '4' francés. No se escondió cuando tuvo que pedir el balón entre líneas, ejerció de eje con Eteki y Milla –luego Monchu– como escuderos y mantuvo la pierna fuerte en todas las disputas. Esto último, la intensidad, es un rasgo que llevan marcado a fuego todos los canteranos que se están probando con los 'mayores'. Como ahora para Pepe y Torrente o en su día Neva, la de Isma Ruiz es la oportunidad de ganarse un sitio en el vestuario de Los Cármenes y dejar solamente para los entrenamientos la Ciudad Deportiva.

El único con el que todavía no ha compartido minutos sobre el césped en uno de los duelos amistosos es precisamente con Max Gonalons, reforzándose así la idea de que veterano y canterano son las dos caras de una misma moneda. El francés está a las puertas de sus últimos años y mantiene el deseo de volver a su país más pronto que tarde. Quizá para entonces, prueba tras prueba, Isma Ruiz pueda coger su testigo. En ese mañana parece que trabaja ya Robert Moreno.