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Félix Cobos junto a Ronaldo Nazario, presidente del Valladolid, en la última salida del equipo. R. I.
Real Madrid - Granada | La historia de Félix Cobos: de director deportivo a hincha viajero
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La historia de Félix Cobos: de director deportivo a hincha viajero

Formado como jugador en las categorías inferiores del Real Madrid, es un habitual en la grada en los desplazamientos de los rojiblancos y estará con su camiseta en el Bernabéu

Rafael Lamelas

GRANADA

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Jueves, 3 de octubre 2019, 00:53

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Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que el Granada llegó a estar en Tercera división. Aquel calvario duró cuatro temporadas y escapó a pesar de las dificultades económicas que estrangulaban a la entidad y de la emergencia de clubes que entraban en franca competencia con el 'histórico'. Pero el Granada sobrevivió gracias a la fe de sus aficionados y la contribución de un grupo de directivos, mezcla de granadinos y gente de fuera, capitaneados por Paco Sanz –hijo de Lorenzo Sanz, expresidente del Real Madrid–. Salió adelante y logró el regreso a Segunda B. Luego llegó el estancamiento. La crisis ahogó al proyecto y en 2009 esa cúpula se vio forzada a salir para dar paso a una gestora que presidió Ignacio Cuerva. Con él en el cargo llegarían Quique Pina y Gino Pozzo, el resurgir que instaló al Granada en el fútbol profesional desde hace una década. Aquella directiva de Sanz retomó su vida, pero uno de ellos, nacido en Guadalajara, siguió vinculado a la ciudad de la Alhambra. Tiempo después como empresario y siempre como aficionado. Tan comprometido, que es frecuente verle en los desplazamientos. Estuvo en Vigo y en Valladolid, por ejemplo, donde se fotografió con el presidente pucelano, el exfutbolista Ronaldo Nazario, amigo suyo.

Félix Cobos ejerció de director deportivo durante gran parte de la era Sanz. Se conocían bien porque ambos habían sido jugadores de las categorías inferiores del Madrid. «Me tocó vivir el fútbol de esa manera. Siempre lo hice por echar una mano al Granada. Fue una etapa sufrida pero la recuerdo con mucho cariño. Cuando acabó aquello tuve la oportunidad integrarme en alguna estructura, pero salí tan quemado que seguí con mis negocios. Regresé a Madrid pero seguí visitando Granada. Esta ciudad siempre me ha encantado y ahora desarrollo mi faceta empresarial en ella», explica Cobos, que invirtió en un espacio de ocio nocturno que se ha hecho muy popular y en un restaurante cerca de Puerta Real.

«He sido socio del Granada desde aquel momento. Asiduo en Los Cármenes en la categoría que ha tocado estar. Es la parte del fútbol que me quedaba por vivir, la de aficionado, sin otra exigencia que ver al equipo. Es gratificante ir por los campos de España y encontrarse a gente conocida», aporta.

La evolución del club

Él ha podido comprobar la evolución social de los rojiblancos. «No sólo estoy contento con los resultados, sino con el crecimiento que ha experimentado el club. El día del Barça se veían un montón de camisetas por la calle, niños sobre todo. Eso antes no pasaba. Es verdad que estar tanto tiempo fuera de la élite provocó que se perdieran generaciones por el camino. El fútbol es ocio pasional y al final es tentador ser de un equipo que sí estuviera en el fútbol profesional», asume, a la vez que señala el cambio actual. «En la anterior etapa en Primera tenía la sensación de que se estaba ahí pero faltaba ese paso sentimental. Ahora sí sucede. Tener una persona como Diego Martínez ha ayudado a que se crea en el mensaje. Bajo la humildad, sabiendo dónde se está y no vendiendo motos. Cuando se respeta eso, todo es más fácil. Los futbolistas se sienten identificados y eso se transmite en el campo», subraya.

El partido del sábado es especial para él. «Yo he jugado de niño en algún descanso en el Bernabéu, pero no tengo espacio en mi corazón para la duda: voy con el Granada. Estaré allí y con mi camiseta rojiblanca». Cobos ha convertido a la escuadra en su pasión. «Son prioridades. Fuera del entorno del trabajo, todos tenemos algo de tiempo. Yo he decidido pasarlo con esto. Lo paso bien viajando, es una gran experiencia».

Evitar dar un pronóstico. «Sé que el Madrid tendrá que hacer las cosas muy bien si quiere doblegar al Granada. El equipo tiene mucho carácter. La calidad y la diferencia presupuestaria entre unos y otros puede que no se note tanto», augura.

No tiene la espina clavada de no haber vivido estos años de gloria como directivo. «Siempre tuve claro que en el fútbol hay que saber entrar, pero también saber salir. Es lo que mucha gente no tiene claro. Tocó aquello, fue duro pero también bonito. Ayudamos y algo contribuimos. Vino gente que lo hizo mejor, más preparada, y lo he seguido viendo desde donde tocaba. Lo estoy disfrutando», reconoce.

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