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El Doce ·
Ahora es todo un equipo el que es leyenda, convertido en la mejor escuadra de todos los tiempos del club, dirigido a su vez por el mejor entrenador de la historia granadinista, Diego MartínezEDUARDO ZURITA
Granada
Viernes, 19 de marzo 2021, 00:59
Ya está el Granada entre los ocho mejores equipos de la edición en curso de la UEL. Con sufrimiento, propiciado por el autogol de Vallejo, ... pero con final feliz, gracias a otra enorme actuación del meta Rui Silva, y de la inteligencia goleadora del gran Soldado, al que algunos en su llegada ponían en duda por su edad.
Los goles decisivos del inolvidable Odion Jude Ighalo, que sirvieron para sacar al Granada del pozo de Segunda B y llevarlo 35 años después de Segunda a Primera, le valieron la denominación de la 'Leyenda'. Ahora es todo un equipo el que es leyenda, convertido en la mejor escuadra de todos los tiempos del club, dirigido a su vez por el mejor entrenador de la historia granadinista, Diego Martínez. Han llevado a la entidad a cotas inopinadas, haciendo realidad aquella bravuconada de Lizhang, recién adquirido el Granada y llegado a la ciudad de la Alhambra, de que lo llevaría a disputar competiciones europeas.
En Budapest, en el bellísimo estadio dedicado a otra leyenda del fútbol como Ferenc Puskas, el Granada selló el pase a cuartos de final de la UEL con guerreros en el campo llegados desde Segunda –Rui Silva, Germán, Víctor Díaz, Montoro, Puertas, Machís–, con veteranos incombustibles –Molina y Soldado–, y con cedidos implicados hasta el tuétano –Vallejo, Yangel, Kenedy y Nehuén–. Da igual su procedencia, todos ellos y el resto de compañeros del plantel, comprometidos al máximo, son conscientes de estar escribiendo las páginas de mayor gloria del club al que ahora representan.
Dijo el Presidente norteamericano Kennedy, Jhon Fitzgerald, que no había que preguntar qué podía hacer el país por uno, sino qué podía hacer uno por su país. Robert Kenedy, este de origen brasileño, pensó qué podía hacer él por el Granada tras su reciente paternidad, desplazándose con el equipo hasta la capital magiar a pesar de dicha circunstancia. No obtuvo el premio de un gol buscado con ahínco, pero dio toda una lección de honestidad.
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