El club no debe perder sus buenas costumbres
La Plazoleta ·
El Granada tiene rituales propios que ha respetado por tradición y llegar en bus al estadio ya es uno de ellosLa ofrenda a la patrona es una de esas costumbres que no deben perderse en el Granada. No soy sospechoso de defenderla por mis creencias, ... pues soy agnóstico, pero por si acaso. Hay ciertas tradiciones que forman parte del legado histórico de un club y merecen respeto. El fútbol hunde sus raíces en terreno misterioso y anuda emociones en el aficionado que mantienen su pasión en vilo, a veces como evocación del niño que todos llevamos dentro y que no madura. Cuando frustra, hasta consigue que el ateo rece. Que se planten ajos tras las porterías, como hacía mi añorada Maruja, una de las 'abuelas' del club.
No toca dramatizar aún ante la situación del equipo, por más que haya arrancado sin victorias y que diera una imagen lamentable en Vallecas. El análisis de la derrota incita a pensar en que hay dos tendencias en aparente conflicto. Una, la de los hábitos que vienen del reciente trienio; un conjunto ordenado y de competitividad marcial, con las líneas apretadas, especialista en el repliegue, capaz de desesperar a cualquier contrario, sin grandes cantos para la lírica. La otra tendencia, con mayor afán de protagonismo con el balón, exige una alta capacidad técnica, máxima precisión en las acciones y suma destreza para reorganizarse. Ninguna es aplicable sin concentración, aunque a la segunda le penaliza más el fallo. Al aspirar a la iniciativa, suele desguarnecer el fuerte y cualquier pifia resulta fatal. En su grado óptimo, es bonita. En el proceso, peligrosa.
No hay un estilo de juego mejor que los demás; esto va por gustos. Sí es fácil medir el rendimiento a través de los resultados, aunque a veces no haya una relación directa entre un buen trabajo y el marcador. Parafraseando a Kipling, triunfos y desastres son grandes impostores. Hace falta una muestra amplia para estudiar tendencias y los nuevos rojiblancos de Robert Moreno apenas llevan tres partidos oficiales. El calendario no parece propicio para una escuadra en fase experimental, aunque nunca se sabe. El técnico tendrá su idea en la cabeza, pero le conviene modularla con la realidad. Él parece consciente, pese a lo ocurrido con el Rayo.
Hay detalles que fortalecen al grupo y uno de ellos, aunque parezca anecdótico, es llegar a Los Cármenes todos juntos, en bus. Esto se perdió con el Valencia. Los recibimientos forman parte de la liturgia para que el jugador sienta lo que representa ante los seguidores. El preámbulo de lo que vendrá después. No sé si llevarle flores a la Virgen de las Angustias o encender una vela por Fray Leopoldo ayudará, pero estoy convencido de que esa comunión con la hinchada sí contribuye. Sobre ciertas costumbres emerge lo demás.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión