El Granada, con los mejores

El retorno al centro de Pol Lozano y a la banda de Melendo otorgó otra vez la oportunidad de controlar el balón a los de Paco López, que hicieron unos primeros 30 minutos meritorios culminados con un gol que adelantaba justamente al Granada. Atrás se sufría poco, con un correctísimo Víctor Díaz. Solo un remate con marchamo de gol, en fuera de juego milimétrico, tuvo el Albacete en el primer periodo, aunque Raúl Fernández, con reflejos portentosos, impidió el tanto.

En la segunda parte, un nuevo arranque prometedor fraguó una jugada espléndida de Neva, que Uzuni puso en bandeja para que Ricard golease. El encuentro se enredó por un fallo en la concentración de los centrales en el gol albaceteño. Se complicó el partido, pero se supo guardar la ropa hasta el final, aunque una última jugada pudo haber llevado al empate local.

El Granada ganó por pegada, pero también por fútbol. Muchos pensamos que eso se produce cuando sobre el césped aparecen los mejores. Cada aficionado es un alineador que en su cabeza dispone a sus jugadores predilectos. Pero la responsabilidad en la confección del equipo que salta al césped de inicio, del que mantiene el pulso del partido y del que lo concluye recae en la figura del entrenador, conocedor del día a día, estudioso del rival, experto en estrategias futbolísticas. Mejores pueden parecernos a cada uno determinados futbolistas, pero los óptimos para ganar cada semana los decide un único responsable, tras un análisis cuyos datos no están disponibles para los seguidores del equipo.