Máxima exigencia laboral
Mi grada ·
«El Granada acudió al GSP Stadium de Nicosia preparado para sufrir y obligado a ganar al colista y se encontró un caramelo; en realidad, una pastelería a su disposición»JUSTO RUIZ
GRANADA
Sábado, 7 de noviembre 2020, 01:19
El Granada CF sigue con paso firme su desfile por la pasarela de la Europa League. Con bajas en su plantilla o cuerpo técnico por ... Covid, con jugadores del filial que debutan en el primer equipo, llueva o haga sol, el fútbol se sustenta en las victorias. Esa aseveración tendrá sus críticos entre los románticos, pero la ausencia de triunfos termina por desmontar cualquier buen grupo o un proyecto futbolístico seductor, lo mismo que encontrar el botín de los tres puntos supone una reafirmación moral para cualquier equipo. Más, si la victoria obtenida sirve para consolidar el liderato de su grupo y mantenerse invicto en la competición continental. El conjunto granadino vampirizó al equipo chipriota del Omonia, que le ofreció la yugular durante toda la tarde, por lo que no tuvo más remedio que clavarle los colmillos a un rival que se mostró como un cadáver tras encajar el primer gol y quedarse en inferioridad numérica.
El Granada CF acudió al GSP Stadium de Nicosia preparado para sufrir y obligado a ganar al colista y se encontró un caramelo; en realidad, una pastelería a su disposición, un rival dulzón que facilitó en todo lo que pudo la segunda victoria del conjunto granadino a domicilio. Un triunfo que se rubricó rápido, con belleza y, hay que decirlo, con la colaboración de una defensa más amiga que enemiga, un auténtico chollo. El encuentro tuvo una historia extraña por inesperada que combinó una primera parte de repetidas ocasiones de gol para el conjunto de Diego Martínez y un segundo acto en el que sentenció el partido sin apenas nada de fútbol. El conjunto granadino subió y bajó el telón cuando le vino en gana. Se echó de menos algún gol más, pero lo importante eran los tres puntos y nadie se atrevió a ir más allá de la conservación de un resultado excelente.
Pese a la cómoda victoria, en este Granada hay que seguir creyendo, porque tiene argumentos, porque se mueve como un bloque homogéneo, porque hay actitud y porque volvió a exhibir una pegada en ataque que siempre ha estado ahí. Y, además, el equipo mostró todas las ganas y el compromiso que la situación requería. Con esa premisa bastó para superar a un Omonia empequeñecido. De lo que no cabe duda es que esta plantilla se gana el sueldo jornada a jornada con un rendimiento laboral de máxima exigencia.
Después de la importante victoria en Chipre, el Granada se enfrenta mañana a una faena de máxima exigencia en el Reale Arena. Allí, por la puerta de vestuarios, le saldrá uno de los miuras en la presente campaña: la Real Sociedad. Para cortar las dos orejas y el rabo, el equipo rojiblanco tendrá que cuajar una faena brillante. Pero ese es el objetivo: intentar ganar en San Sebastián para darle continuidad a la ilusionante temporada del conjunto granadino.
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