Luz sin taquígrafos

Ahora bien, que esta situación se haya dado dos veces seguidas no debe sorprender a un equipo que lleva levantándose toda la temporada. Ni a un entrenador que desde hace semanas conforma las alineaciones como buenamente puede, más obligado por las lesiones de sus futbolistas que por lo que le gustaría ejecutar sobre el campo. Y es que después de tantos partidos se percibe cierto agotamiento físico y mental. Desajustes de medio campo hacia adelante, falta de efectividad en la zona de tres cuartos y unos laterales expertos que, como Marcel Proust, están tratando de recuperar el tiempo perdido. Contextos todos que alteran la normalidad.

Pero son momentos de reconquista. De rescatar la fortaleza de este vestuario. También de conquista, como es alcanzar las semifinales de la Europa League. La de mañana es una cita histórica, pues es el Manchester United quien visita Los Cármenes. También lo visitará parte de la plana mayor de la propiedad del Granada. Es una buena noticia. Pero deberían quedarse un tiempo y encender algunas luces en el club que iluminen la planificación de la próxima temporada. Incluida la del despacho del entrenador. Ya que no suele haber taquígrafos, al menos que haya luz.