Fichar en invierno
Cal en los tacos ·
Los equipos tienen un mes para corregir lo que no supieron ver en todo el verano y, con tanta desesperación como cuando a uno se le calan los huesos, a veces se aferran a cualquier cosa
Igual que el ser humano pelea contra el frío en invierno, los clubes de fútbol tratan de abrigarse en el mercado. Como el deporte no ... escapa a la vida, también en este se cumple aquello de que si uno se tapa los pies descubre la cabeza y si protege las ideas asoman los tobillos. Los equipos tienen un mes para corregir lo que no supieron ver en todo el verano y, con tanta desesperación como cuando a uno se le calan los huesos, a veces se aferran a cualquier cosa. Ahí está el Espanyol, pagando como si no fuese colista.
Me encantan las listas de 'blufs' del mercado de invierno. Los Faubert, Maxi López, Kevin-Prince Boateng o Gravesen, aunque alguno se salve las risas. Por Granada desfilaron en los últimos años jugadores como Panagiotis Kone, Andrew Hjulsager o Adrián Colunga. Es lo que tiene fichar en invierno, que puede salir muy bien o rematadamente mal. En ocasiones estos futbolistas acaban invirtiendo más minutos en aprender el idioma que sobre el césped.
Hoy en día las direcciones deportivas están muy profesionalizadas, o eso nos hacen pensar, pero me gusta imaginarlas tirando de 'Football Manager' y ajustando filtros, fiándose de valores más o menos compensados. Liándose una manta a la cabeza y a lo que salga, a ver lo que tiene dentro el melón, que si funciona uno se encumbra y luego revende por una millonada. Algo de esto debe saber Monchi, a quien tampoco le sale todo bien siempre.
Si de algo estoy seguro es de que esto del fútbol es un estado de ánimo. Por eso no entendería que ningún equipo de Primera necesitado no fuese a por Álvaro Romero, el chavalito sevillano del Unionistas, que marcó al Madrid. Estudiante de Periodismo, todavía está a tiempo de reconducir su vida. Lo mismo con cualquiera de los futbolistas de la Cultural Leonesa o del Ibiza, que aún pueden ahorrarse el alemán. La ciencia del fichar, para quien la entienda. No me cambiaría por Fran Sánchez.
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