Napoli y lo extraordinario
Cal en los tacos ·
«Qué vértigo da todavía soñar a lo grande, aunque puestos a hacerlo, qué mejor que rindiendo honores a la casa de Maradona en Europa»Quién me iba a decir a mí que un año después, y en aquellos mismos días de mis vacaciones en Nápoles, el Granada jugaría unos ... dieciseisavos de final de la Europa League en un estadio que de San Paolo pasaría a tomar el nombre de Maradona tras la muerte del 'D10S' del fútbol. Entonces, recuerdo, los rojiblancos habían perdido la ida de las semifinales de la Copa del Rey en San Mamés y remontado con mucho sufrimiento al Valladolid en Los Cármenes. Nadie podía adivinar por entonces que aquel equipo –que sí, que había llegado a ser hasta líder provisional; que sí, que estaba a un paso de una final copera– acabaría alcanzando estas cotas. Sí se podía intuir la pandemia, pero entonces todavía vivíamos peligrosamente y sin mascarilla.
Muchas cosas han cambiado desde entonces –todo–, pero Diego Martínez mantiene su credo y cuando le preguntan por el Nápoles termina hablando de la AD San Juan de Pamplona. Es curioso; algunos de los mismos que hace ya más de un año preferían caerse del divertidísimo K. O. frente a Hospitalet o Tamaraceite ahora habrían preferido avanzar en la Europa League esquivando a los equipos de mayor entidad. Qué vértigo da todavía soñar a lo grande.
Puestos a hacerlo, qué mejor que rindiendo honores a la casa de Diego Armando Maradona en Europa en la temporada de su fallecimiento; precioso, como también lo habría sido jugar en Old Trafford o San Siro. Maradona también fue rojiblanco un día pero los del otro Diego –que de momento ya tiene su cara en el Zaidín– visitarán su estadio para profanarlo.
Granada-Nápoles. Una eliminatoria fascinante y quizás irrepetible, aunque todos sus artífices remen para que el sueño no acabe nunca. Que siga a lo grande. Es la ambición de este equipo extraordinario.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión