Espejos rotos
Bajo control ·
Dijo Álvaro Cervera que no se mira en el Granada; cuestión de gustos, el fútbol que propone es más seco y áspero que el de Diego MartínezJUAN TORRES COLOMERA
GRANADA
Miércoles, 5 de mayo 2021, 01:05
No se extinguen los ecos del golpe dado sobre el césped del Camp Nou. Romper las estadísticas de veinticuatro visitas anteriores y, de paso, ... terminar con el maleficio de jugar con cinco atrás, con el que jamás se había vencido, y hacerlo además en un campo tan inexpugnable, es para que continúen resonando en el sistema auditivo del granadinismo.
Alguien escribió que el Granada podía convertirse en el juez de la liga, pero después del partido de Sevilla pocos creíamos que lo fuese. Queda una última vista del juicio que se celebrará en el Nuevo Los Cármenes y el Granada debe ponerse de nuevo la toga y lucir bocamangas.
En su estadio dictará sentencia ante el Real Madrid. Una vista que tiene precedentes en la temporada 71/72 con victoria granadinista, cuando los blancos se jugaban el título. Y es que erigirse en magistrado al final del campeonato es un nuevo doctorado alcanzado en un curso que, aun habiendo perdido frente al Cádiz, es de matrícula de honor.
Un Cádiz que no dejó entrar al Granada. Le cerró la puerta y pareció dejarlo en la antesala del vestuario con Díaz de Mera, una vez más, haciendo de cancerbero del equipo contrario. Dijo Álvaro Cervera en la previa que no se mira en el espejo del Granada. Es respetable.
Después trató de matizar sus palabras comparando los esquemas de juego y añadiendo sutilmente valor a los jugadores granadinistas. Lo cierto es que, al confrontar ambas formas de jugar, la opinión de Cervera adquiere más sentido. En la mía, como espectador, su equipo juega un fútbol más seco y áspero que el que propone Diego Martínez. Es cuestión de gustos.
Y con ese estilo, su Cádiz rompió el espejo mágico de un Granada cargado de partidos y fatigado por el esfuerzo, pero no evitará que este equipo continúe reluciendo como la geoda de Pulpí.
Y Álvaro Cervera continuará fiel a su pensamiento. Y se mirará en otros espejos. Aunque sean espejos rotos. Cada uno es cada uno.
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