Borrones
El 'doce' ·
«En contención dejaron mucho que desear jugadores como Eteki, Nehuén y Adrián Marín, entre otros, y en creación ofensiva Fede Vico volvió a dar muestras de estar lejos del nivel mínimo exigible»EDUARDO ZURITA
GRANADA
Lunes, 22 de febrero 2021, 14:13
El mejor escribano echa un borrón. Este Granada de autor lleva varios en la competición liguera. Tras una noche de poderío futbolístico ante el ... Nápoles en la UEL, se quiso reservar todo lo reservable, confiando en los no habituales e implicándolos en el devenir en Primera. El experimento fue un fiasco en la primera parte, donde varios errores, algunos de bulto, llevaron a la debacle de encajar ante el colista, otra vez, tres goles en un solo periodo. Dos de ellos, el segundo y el tercero, productos de sendas jugadas a balón parado, donde la impericia en los despejes que propiciaron saques de esquina y la desatención absoluta en la marca propiciaron sendas dianas.
Se había iniciado el choque fantásticamente, con un Quina dando muestras del potencial técnico que parece atesorar con un magnífico gol, aunque al portugués le queda aún adquirir ritmo competitivo. El Granada no tuvo nunca una buena versión, sobre todo porque en contención dejaron mucho que desear jugadores como Eteki, Nehuén y Adrián Marín, entre otros, y en creación ofensiva Fede Vico volvió a dar muestras de estar lejos del nivel mínimo exigible. Hasta Rui estuvo desentonado.
Bastó que saliese Machís tras el descanso para que cambiase el guion. Cada balón que tocaba entrañaba peligro, y una ejemplar asistencia suya facilitó acortar distancias gracias a Soro. Lástima que saliese dañado en la jugada el maño, que fue de lo más potable de la denominada segunda unidad empleada por Diego Martínez.
Quedaba mucho tiempo y algunos creyeron en la remontada o, al menos, en emular el partido de la primera vuelta y equilibrar la diferencia de dos tantos a favor de los oscenses. Pero al Granada se le torció todo. Herrera y Quina caerían lesionados sucesivamente. El planteamiento de bombear constantemente desde atrás balones para que los lucharan Puertas y Molina fue otro error, sobre todo teniendo en el tramo final sobre el césped a dos extremos como Kenedy y Machís desaprovechados. Alguien debió asumir la responsabilidad de conducir hasta ellos el balón para encargarlos del asedio. Lo mal concebido fue peor ejecutado durante todo el encuentro. Aún más se torció el panorama con la tarjeta roja a Germán -posiblemente rigurosa-, cuando el bravo defensa deambulaba por la delantera, en esa táctica añeja y poco eficaz de mandar al central a la punta de ataque, muy de Cruyff avanzando a Alexanco en el Barcelona de antaño.
El Granada flojea desde hace un tiempo en la Liga, donde debe asegurar cuanto antes la permanencia. Es esta la que traerá tranquilidad al futuro de la entidad, cual sea la decisión final sobre quién comandará desde los despachos y el banquillo la nave. Nadie dice de renunciar a competir en Europa, pero no parece sensato descuidar hacerlo adecuadamente en la liga.
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