Germán Sánchez, de imagen de la resistencia a la zozobra
El gaditano ha estado directa o indirectamente implicado en cuatro tantos encajados por los rojiblancos en esta reanudación de la Liga
CHEMA RUIZ ESPAÑA
Granada
Martes, 30 de junio 2020, 00:45
Germán Sánchez ha abanderado la solidez defensiva que ha caracterizado al Granada desde el aterrizaje de Diego Martínez en el banquillo de Los Cármenes. El ... central gaditano ha sido la imagen de la resistencia nazarí ante los colosos de Primera división, convertido en emperador del área rojiblanca. La vuelta a la competición, sin embargo, ha disuelto los pilares del muro construido frente a Rui Silva, ahora delante de Aarón. Los errores, antes excepción, tienden desde el regreso a la actividad a convertirse en norma, y Germán cambia su rol soberano por el de sospechoso habitual, refrendado este domingo ante el Eibar.
Dos acciones le situaron en el centro de las críticas. En la primera, se aletargó ante un balón botando, cabeceado previamente por Kike García en la pugna con Vallejo. Perdió la ventaja ante la viveza de Yangel Herrera, que cedió el esférico sin tocarlo a Germán al entender que el central se encontraba en mejor posición para anular el peligro. No se pusieron de acuerdo y el gaditano no logró impactar con el esférico, con un movimiento poco ortodoxo. El punta armero aprovechó el error y De Blasis, libre de la marca de Neva, hizo el resto frente a Aarón Escandell.
En la segunda, vigilaba al propio Kike García mientras el revoloteo de Orellana llegaba al área del Granada. En un momento, perdió su marca, para evitar un posible disparo de De Blasis, perseguido por Fede Vico. Este golpeo nunca llegó y el delantero eibarrés recibió el balón completamente libre. Tuvo tiempo de controlar, girarse, desafiar con la mirada a Aarón y, cuando se reponía Germán, enviar el balón a la red. Las cámaras le enfocaron en un primer plano acusatorio, rostro compungido el del segundo capitán nazarí.
Fallos previos
Los de la última jornada no son las únicas manchas en su expediente posconfinamiento. Todo comenzó en el mismo duelo con el que el Granada reanudó la competición, ante el Getafe. En el minuto 20, Nyom peinó ante Duarte un desplazamiento en largo de Damián Suárez. Corrió hacia él Jorge Molina, perseguido por Germán, quien, lento y poco hábil, se cruzó en la trayectoria del delantero sin tocar ni balón ni jugador. El atacante, con facilidad, se plantó en el área y propició el posterior gol de Timor desde la frontal.
Dos semanas más tarde, de nuevo en Los Cármenes, se vio involucrado directamente en el gol con el que el Villarreal se agenció los tres puntos. Gerard Moreno se situó entre su posición y la de Carlos Neva, otro nefasto protagonista, buscando desorientar a los marcadores. No sólo logró generar el desconcierto entre los dos zagueros, sino que explotó su velocidad para marcar ante los nazaríes, que sólo pudieron recoger el balón de la red aunque se exigieron en la carrera.
Dificultades físicas
El parón de la Liga ha pasado factura al central gaditano, cuyas principales cualidades son eminentemente físicas. Mermado también por las condiciones en las que se juega el nuevo fútbol, Germán ha perdido su fortaleza, incuestionable durante todo el curso, y con muy poco han exprimido sus carencias los atacantes rivales. Las lagunas aunaron falta de contundencia, de velocidad y de concentración, ingredientes esenciales en la receta del éxito de Diego Martínez.
El técnico vigués no podrá contar con el gaditano la próxima jornada, ante el Alavés, por lo que tendrá que recomponer una zaga en la que aparecen fisuras. La ausencia del Germán abre la puerta a una tercera titularidad consecutiva de Vallejo, junto a Duarte, aunque Martínez, en función de cómo esté su tobillo, puede optar a la plaza.
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