Entrenador emérito
El Órsay ·
El que venga va a dirigir al equipo cubierto por la sombra de DiegoMANUEL L. SAMPALO
Lunes, 31 de mayo 2021, 00:24
Hace año y medio escribí una pastelosa columna, de título 'Modern Love', que celebraba la renovación de los votos de Diego Martínez con el Granada. ... Un acuerdo que se cerró tras tres derrotas consecutivas del equipo. Acababa con un «hasta que el contrato, perdón, la muerte les separe». Me da la impresión de que firmé este artículo –aparte de ciego de Malibú con piña– hace un par de meses y que cuando lo hice el momento de la separación quedaba muy lejano. Sin embargo, aquí estamos, ¿y ahora qué? Pues nada, como dice el cántico: «y nosotros aquí presentes / animando hasta la muerte».
Debí prever que como todo amor en tiempos del Tinder estaba abocado a su rápida evaporación. En la letra pequeña del nuevo contrato, como los yogures, se leía «consumir antes de junio de 2021». Porque aunque el vínculo sentimental de la afición con el entrenador gallego y viceversa no se haya roto, es un hecho que Diego Martínez para el Granada ya es un 'ex'. Y aunque desconozcamos el motivo de su marcha así como los movimientos dentro del club, todo apunta a que el míster se marcha porque quiere. Igual que Rui Silva.
Percibo una sensación más de hasta luego que de adiós. Algunos iliberitanos ya están cebando el novillo, trabajando el cuero de las sandalias, lustrando el oro del anillo y tejiendo los mejores ropajes para el anunciado regreso del preparador olívico. Todo a pesar de que es fama el fracaso de las segundas partes salvando excepciones como El Padrino II o los últimos 45 minutos del Granada en Pucela.
Aún con fumata negra en las oficinas del Zaidín, el granadinismo juega al 'Quién es quién' con el sucesor del banquillo de Los Cármenes. ¿Un perfil burgués tipo Raúl o Robert Moreno?, ¿un currela como Pacheta, Calleja o Mendilibar?, ¿un retorno apellidado Alcaraz o González?, ¿una broma asiática con la venida del Boquerón Esteban o Carlos Orúe? Por elucubrar que no quede.
El caso es que venga el que venga va a dirigir al equipo cubierto por la sombra de Diego, que aunque no esté va a seguir ahí, como Felipe González en el PSOE o como Iñaki Gabilondo en la SER. Para eso, y ya que tenemos un Papa y un Rey eméritos, digo yo, que le den dicho título honorario.
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