Cuando Granada se convirtió en la pequeña Tirana
El país en el que el equipo nazarí se va a jugar su futuro europeo un día fue aliado de esta ciudad, que arropó a la selección albanesa en 1997
Muchos de los aficionados al fútbol que vivieron a los pies de La Alhambra a finales de los años noventa no solo han apoyado a ... la selección española en el estadio Nuevo Los Cármenes, sino que también han entregado su cariño desinteresado a la selección de Albania, el país en el que mañana jueves el Granada se va a jugar su futuro europeo ante el KF Teuta de la ciudad de Durres. La historia es una mezcla de drama y de solidaridad en un contexto extremadamente complicado. Todo ocurrió en el año 1997, cuando Albania era un país en el que no se garantizaba la seguridad de ningún ciudadano –ni futbolista– por ser uno de los territorios inmersos en la Guerra de los Balcanes.
El conflicto bélico dinamitó la estabilidad en toda la región y, en una época en la que internet aún estaba en pañales, la página web de la FIFA confirmó que se aprobaba la solicitud de la ciudad de Granada de acoger los dos partidos de clasificación para el Mundial de Francia 98 que la selección albanesa debía disputar ante Ucrania (29/03/1997) y Alemania (02/04/1997). Los dos duelos internacionales que el combinado sub-21 disputó ante los mismos rivales se jugaron en Guadix, a escasos 50 kilómetros de la capital, en los tiempos en los que el Municipal accitano tenía uno de los mejores estadios de césped natural de Andalucía.
Al confirmarse la noticia el secretario general de la Asociación de Fútbol de Albania, Eduard Dervishi, dijo que el hecho de que la provincia de Granada cediese dos de sus mejores estadios para albergar los partidos de la selección albanesa era «una luz en la oscuridad» porque el país necesitaba una alegría así para animarse en una época dificilísima.
La selección absoluta de Albania aterrizó en el Aeropuerto Federico García Lorca de Granada el 26 de marzo y, según informó el diario IDEAL de aquel día, se alojó en el Hotel Granada Center.
Antonio Espina, encargado de relatar la llegada de los futbolistas albaneses a la ciudad para este periódico, apuntaba que el ambiente que se respiraba en la ciudad era «discreto y serio» porque los graves problemas internos que atravesaba Albania preocupaban a toda la expedición. «Va a ser un momento muy importante cuando suene el himno nacional en Granada. Pensaremos en nuestras familias y amigos, en la paz, la libertad y la democracia. Se lo brindaremos a todos ellos y a estos tres sentimientos», declaró el seleccionador Astrit Hafizi. El encuentro ante Ucrania estaba previsto que se disputara en Tirana, la capital del país, pero a causa de la inestabilidad en la región se tuvo que trasladar a Granada, donde la selección intentó «olvidar» el caos y la violencia que azotaba su país.
Aunque en las horas previas al partido, los futbolistas albaneses estaban más preocupados de llamar a sus familias que de jugar lo cierto es que Albania puso las cosas muy difíciles a una Ucrania que venció por la mínima (0-1) gracias a un solitario tanto de Rebrov a pase del delantero, y hoy seleccionador de Ucrania, Andriy Shevchenko. Hubo menos público del esperado en las gradas (unos 300 espectadores) pero Ernesto Martínez contó en IDEAL que «los albaneses dicen sentirse con nosotros como en casa y (...) los granadinos que se sentaron en la grada se decantaron por Albania, que además de ser el equipo local, también se presentaba como el más débil».
Mucha más expectación generó el duelo de Albania ante una Alemania con estrellas como Oliver Kahn, Bierhoff o Klinsmann. Casi 8.000 espectadores se acercaron a ver el encuentro y cuando el albanés Kola marcó de penalti el 1-0 inicial el estadio rugió como si estuviese celebrando un tanto de Roberto Soldado. Después los alemanes remontaron (2-3 final), pero a la selección de Albania y al pueblo albanés les quedó el recuerdo de haber vivido una bonita experiencia en la acogedora Granada.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
