Otro confinamiento antes de la alta montaña hasta Navidad

En cualquier caso, los futbolistas del Granada se desplazarán el domingo hasta la Ciudad Deportiva para someterse a nuevas pruebas de detección de la Covid-19 y comprobar si alguno de ellos ha podido incubar el virus con los días o si, por el contrario, se encuentran todos aptos para regresar el lunes a los entrenamientos con normalidad. Hasta que eso ocurra, los jugadores del Granada –con la única salvedad de aquellos con anticuerpos IGG como Soldado, Jorge Molina, Kenedy, Gonalons y Eteki, que sí acuden a la Ciudad Deportiva, además de los internacionales– habrán vivido un parón por selecciones nacionales extraño, descansando de la competición pero encerrados como en marzo y abril, sin posibilidad de preparación colectiva de los próximos duelos del equipo. Como en los albores de la pandemia en España, Diego Martínez y su cuerpo técnico pusieron en marcha distintos planes para mantener tanto la forma como la tensión y la moral de su plantilla. A ninguno de los confinados le han faltado materiales de gimnasio en sus hogares, aunque algunos lo tuvieran más difícil al vivir en pisos. Algunos, como Luis Milla, lo mostraron en redes sociales.

Al igual que entonces, aunque por un tiempo más prolongado, el cuerpo técnico de Diego Martínez se ha mantenido en contacto con los futbolistas realizando en ocasiones sesiones colectivas a través de la plataforma 'Zoom'. Durante el anterior confinamiento, que abarcó casi dos meses, el equipo responsable de la preparación física que dirige Víctor Lafuente priorizó la minimización de la pérdida de masa muscular, la retención de los umbrales fisiológicos de los jugadores y el apoyo emocional y psicológico, desde lo general a lo individual. Fueron días en los que ganaron protagonismo tanto el circuito 'HIIT' de intervalos de intensidad como la bicicleta estática, de mayor utilidad para aquellos sin tanto espacio en sus hogares. Junto a ello, también fue fundamental el control alimenticio a través de los doctores Manuel Arroyo y Felipe Segura.

Como advirtió en marzo el propio Víctor Lafuente a IDEAL en una entrevista, la exigente vuelta de la competición con partidos cada tres días tras el confinamiento domiciliario de marzo y abril obligó a su equipo a una vuelta de tuerca a través de la aplicación gratuita 'Polar'. «Con ella monitorizamos la frecuencia cardiaca del jugador y calculamos la carga individual que necesita cada uno según su percepción subjetiva del esfuerzo», precisó. Comenzaron a trabajar con este método cuando empezaron a disputar tres partidos por semana la pasada campaña en Copa del Rey, sin sospechar que meses más tarde le tocaría enfrentarse también al reto de jugar por Europa.

La semana de confinamiento preventivo que LaLiga impuso al Granada tras considerar como brote su expedición a Chipre supondrá un nuevo reto en la preparación física del equipo, que disputará su próximo encuentro el domingo 22 de noviembre contra el Valladolid en Los Cármenes. Desde entonces, y tras este último parón condicionado, no tendrá apenas respiro. Recibirá al Omonia de Nicosia el último jueves el mes y tres días después visitará Balaídos. Su primer partido de diciembre será contra el PSV Eindhoven en Los Cármenes, que visitará unos días después el Huesca. La semana siguiente viajará hasta Grecia para enfrentarse al PAOK en 'La Tumba' y de ahí al Martínez Valero de Elche.

Antes de Navidad iniciará su participación en la Copa del Rey ante un Tercera que conocerá este lunes y se verá las caras con el Betis en Los Cármenes y con el Real Madrid en el Alfredo Di Stéfano, en jornada intersemanal. El Granada cerrará el 2020, un año único en su historia por múltiples razones, en Los Cármenes frente al Valencia entre semana, en torno al 30 de diciembre. A la vuelta de la Nochevieja más triste de la historia, no obstante, le espera Ipurua.