Los clubes españoles se amparan en las autonomías para tener público en Europa

De momento, tanto el Granada como el Sevilla trabajan junto a la Junta de Andalucía para poder acoger público en sus partidos de Europa y Champions League los próximos días 29 y 28 de octubre frente a PAOK y Stade Rennais, respectivamente. No obstante, todo indica que el Gobierno de Juanma Moreno tratará de no contradecir al presidido por Pedro Sánchez, que a través de Irene Lozano, secretaria de Estado para el Deporte, transmitió la semana pasada a la UEFA su «profunda preocupación» por la posibilidad de apertura de los estadios al 30% de su capacidad, algo que «desalienta fuertemente», pese a las «estrictas y muy eficaces medidas de seguridad sanitaria previstas en el protocolo» de las que está informada. Aún así, y fuera del estado de alarma, su recomendación no pasa más allá de eso, ya que la potestad para las competiciones europeas, al igual que para el fútbol no profesional, pertenece a las comunidades autónomas.

La Real Sociedad, que como el Granada también participará esta temporada en Europa League, ya trabaja para acoger aficionados el próximo jueves 29 de octubre contra el Nápoles en el Reale Arena. Su presidente, Jokin Aperribay, se remite al a normativa del País Vasco por la que se permite que, siempre que se den determinados niveles de pandemia, se permita público en deportes al aire libre hasta 1.000 personas. «No es que solicitemos la presencia de público, sino que la normativa lo permite; las autoridades nos han indicado lo que podemos hacer y vamos a proceder a ello. Si nos dicen que no se puede, no se entrará», expresó el dirigente en 'El Partidazo' de Cope a medianoche del miércoles. Bajo esa misma fórmula persigue público el FC Barcelona en el Camp Nou para el próximo martes frente al Ferencváros en Champions, de obtener el visto bueno de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat. También ha realizado una consulta el Villarreal ante la Generalitat valenciana. No se lo plantean de momento, según Isaac Fouto en 'Cadena Cope', ni Real Madrid ni Atlético de Madrid.

El Granada, por su parte, ha tenido clara su postura desde el principio. Trabajará para el acceso de aficionados a Los Cármenes en cuanto sea posible siempre que sea seguro y cuente con el beneplácito de las autoridades sanitarias correspondientes. Antonio Fernández Monterrubio, director general del club, insistió en ello ayer durante la presentación telemática de Nehuén Pérez como futbolista del Granada: «Hemos manifestado nuestra posición y, si las autoridades sanitarias lo consideran conveniente y seguro, estaremos encantados –de acoger nuevamente parte de la afición–». El club, no obstante, entiende que los protocolos son «complejos» y el tiempo, escaso. «Pondremos todo de nuestra parte que para salga lo mejor posible y sea lo antes posible. Desconozco en qué partido podrá ser, si en el primero, en el segundo o en el tercero. Es verdad que la UEFA lo permite, pero luego están los condicionantes de cada país y de cada ciudad», recordó ayer Monterrubio.

Lo que sí sabe ya el Granada es que se jugará sin público en el Philips Stadion de Eindhoven, donde el jueves que viene debutará en la Europea League. La progresión de la pandemia en los Países Bajos, donde esta semana se decretó un confinamiento parcial con cierre de bares y restaurantes, impide que el fútbol profesional cuente con hinchas en sus gradas. Un factor que podría ser adverso y del que los de Diego Martínez pueden ir olvidándose.

Con todo, este fin de semana regresa la Segunda B con público en las gradas de estadios con grandes capacidades, como ocurre en Riazor, hogar del Deportivo de la Coruña, donde la Xunta ha autorizado un millar de personas pese a que la pretensión del club se elevaba hasta los 5.000 de los 32.000 asientos totales. Andalucía, de momento, ha marcado el límite en 800 personas.

Mientras, LaLiga facilitó a los clubes de Primera y Segunda un protocolo actualizado de cara a la vuelta de aficionados a los estadios, del que la Cadena Cope desveló el apartado de previa al encuentro. Según este, los aficionados que deseen acceder a los partidos deberán inscribirse en una plataforma que recogerá sus datos para la configuración de una entrada nominal y, en caso de ser seleccionados bajo una gestión telemática, deberán someterse a un control de temperatura en el acceso y luego respetar obligaciones como la entrada en una franja horaria determinada, la distancia de metro y medio entre espectadores y el respeto al asiento señalizado asignado, por sorteo o rotación, que no tendrá por qué coincidir con el que ocupe como abonado.

Sí se mantendrán las localidades habilitadas para personas con discapacidad, así como las prohibiciones para aficiones visitantes y aquellos hinchas que tengan negado el acceso. También se mantendrán cerradas las gradas de animación.