No solo el resultado
El 'doce' ·
Cualquiera que fuese el marcador final ante el Celta, lo peor es que el Granada de Robert Moreno se ha convertido en el equipo que peor juega de los de PrimeraEDUARDO ZURITA
GRANADA
Martes, 28 de septiembre 2021, 11:15
Se tacha mucho a los aficionados y algunos críticos futbolísticos de resultadistas, de valorar solo el marcador final para orientar sus comentarios. Es obvio que ... los resultados dictan el éxito o el fracaso de un equipo. A la postre sumar puntos es lo importante. Ganar, ganar y ganar, y volver a ganar, como diría el recordado Luis Aragonés. Cuando los marcadores finales no acompañan, ni el consuelo del buen fútbol desplegado ahoga la angustia provocada por la derrota. Pero no. No se equivoquen. No es el caso del Granada de Robert Moreno.
Es desesperante ver cómo en los minutos finales de cinco de los siete partidos disputados hasta ahora se han perdido la friolera de siete puntos, pero aún es peor contemplar al equipo jugando como un conjunto muy menor en casi todos los encuentros. No se pasa de juntar líneas y cerrar espacios para dificultar al contrario cuando se juega como visitante, como en Villarreal, Barcelona y Vigo. En las dos últimas visitas, frente a Barça y Celta, ni se intentaron aprovechar las oportunidades defensivas dadas por los rivales. Y no se hizo porque la plantilla carece de convicción, principios y argumentos para proponer algo. De la inicial vitola de juego asociativo anunciada con la llegada del técnico de L'Hospitalet -no se ha contemplado ni un solo ejemplo de ello en lo que va de temporada- se ha concluido en su estrategia de encerrarse todos atrás muy juntitos y dar patadones hacia adelante, muchos de ellos sin sentido alguno, haciendo de etapas pretéritas, como la dirigida por el ínclito Caparrós, modelos de fútbol estilista.
Ante el Celta se pudo perder antes, de haber transformado Aspas -impresentable su actitud en varios lances del encuentro- el penaltito señalado por el árbitro; y se pudo haber ganado si Soro o Luis Suárez hubieran aprovechado la única ocasión clara del Granada en todo el encuentro previamente, o empatado, si Germán, Escudero y Aarón no hubiesen estado blanditos en el gol de Denis Suárez. Pero con derrota, empate o victoria, la imagen del Granada en Balaídos fue de equipo acomplejado, abrumado por su impotencia e incapacidad. Aunque pueda asumirse que el rival es superior en calidad individual y manejo del balón, no es de recibo una propuesta tan pobre como la esgrimida por el Granada. Ni automatismos bien trabajados -lamentables los saques de banda y jugadas a balón parado-, ni ideas de juego propositivo. La apuesta hecha desde el palco para continuar y/o mejorar el legado de las últimas tres campañas zozobra de pleno. Cualquiera que fuese el resultado final ante el Celta, lo peor es que el Granada de Robert Moreno se ha convertido en el equipo que peor juega de los de Primera.
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